“A la gente le preocupa mucho pensar que nacemos predeterminados genéticamente. Y la verdad es que en una u otra medida, nos guste o no, lo estamos. Somos altos, listos o feos por genética. Y muchos de nuestros comportamientos también nos vienen de fábrica”.
Marcos Isamat
Hace poco cuando hablaba de genealogía genética recomendaba el libro ¿Por qué mi hijo se parece a su abuela?, una conversación didáctica y amena sobre genética entre el matrimonio formado por la periodista Inés García-Albi y el biólogo Marcos Isamat.
Los genes regulan la personalidad
Marcos Isamat explica en este libro el caso del cuco cuya hembra deja sus huevos en nidos de aves ajenas y una vez las crías rompen el cascarón echan a todas las demás aves del nido apropiado. El cuco está programado desde hace siglos para actuar así. Algo parecido ocurre con las criaturas humanas que nada más salir del vientre tienen el instinto de trepar hasta llegar al pezón de su madre y se pone a mamar, además nacen con el reflejo de Moro, estas tres programaciones le aseguran la supervivencia.
“Algunos comportamientos nos llegan de fábrica por el hecho de ser humanos, otros por ser primates, otros por ser mamíferos, etc… Pero nuestro neocórtex difumina mucho la frontera entre lo innato y lo aprendido, que también hay mucho de lo último”.
Marcos Isamat
Las experiencias de nuestros antepasados nos moldean, no solo nos parecemos físicamente a nuestros padres, nuestros abuelos y bisabuelos, también podemos darnos cuenta que pensamos y actuamos como ellos y en ocasiones sin haberlos conocido nunca. Podemos heredar de ancestros algunos gestos, la tendencia a la calvicie, al alcoholismo, al mal humor, al sobrepeso o a la depresión.
El análisis del árbol genealógico ayuda a darse cuenta de estas herencias y bloqueos sin tests de ADN de por medio.
En España tenemos un oncólogo genetista, Manel Esteller, que explica en sus estudios como la epigenética, “todo aquello que influye en cómo se expresan los genes”, hace que nos enfermemos.
Pero no somos exclusivamente lo que está escrito en los genes de los ancestros, el ambiente nos deja huellas en el día a día, la contaminación, el estrés y la dieta activan ciertos marcadores epigenéticos que hacen que nuestra vida tome unos u otros derroteros. La clave para entender por qué somos lo que fueron es entender que estas modificaciones perviven por generaciones hasta que haya otros cambios (cambios de creencias, por ejemplo).
En dos programa de Redes presentados por Eduard Punset, se trató el tema: en uno se hablaba de cómo unos gemelos separados al nacer compartían sorprendentemente los mismos gustos y tenían vidas parecidas y en otro titulado Los dos códigos que gobiernan la vida sobre el proyecto Encode, planteaba que “el entorno influye en la forma en que los genes se regulan y expresan”.
The ghost in your genes
Para terminar, te recomiendo muchísimo buscar un momento para ver el documental The ghost in your genes (El fantasma en tus genes) que presenta varias investigaciones sobre epigenética y dice cosas como “hay mucho más en la herencia que una secuencia de ADN”, “los genes conservan la memoria de dónde proceden”, “la herencia no se ciñe solamente a qué genes se heredan, sino si esos genes están silenciados, apagados o en marcha” y pone el ejemplo de cómo una hambruna que padeció una generación de mujeres mientras estaban embarazadas afectó 100 años después a sus descendientes quienes desarrollaron la enfermedad de la diabetes.
¿Qué has heredado de tus anteriores?
¿Qué es lo que te hubiera gustado heredar de ellos?
Dibujo: es.wikipedia.org
Excelente post, muy interesante tema. Lo he compartido en las redes sociales. Te felicito, veo como en los últimos años tu proyecto va tomando cada vez más fuerza. Gran trabajo, un gusto visitarte, como siempre. Saludos desde Budapest.
Como siempre es un placer leerte Mireia, interesantísimo el tema… Otro post para compartir como han comentado, muchísimas felicidades por tu trabajo.
Un abrazo
Gracias Vicen,
Me alegro mucho que te guste el post.
Nos leemos!
Es hereditario sin la menor duda. La cuestión es si es también genéticamente hereditario.
Me permito llamar la atención sobre este aspecto lingüístico del comentario:
Cuando decimos “hereditario” damos por supuesto que nos referimos a la herencia genética, pero en realidad hay muchos tipos de herencia: podemos heredar genes, pero también heredamos bienes, conocimientos y comportamientos que se nos transmiten en vida, amén de la herencia por antonomasia: la que se nos lega a la muerte del causante.
Hola Raimon,
Gracias por tu aportación. Tienes razón, no he profundizado en los comportamientos (y patrimonio) heredados por convivencia pues ahí estaremos todos de acuerdo, que todo se pega.
Escribí un post sobre el tema el año pasado: https://tataranietos.com/2013/04/15/poderosos-legados/
Lo difícil es admitir que no nacemos en blanco, que llevamos en nuestro cuerpo las vidas de otros y que hay aspectos de nuestra personalidad que vienen de serie aunque si tomamos conciencia podemos cambiar.
Saludos.