Nunca, esté vivo o muerto.
Muchos estamos peleados con lo que nuestro progenitor hizo o dejó de hacer a pesar de saber que ni podemos cambiar el pasado, ni la manera de ser de nuestro padre.
No hace falta justificar lo injustificable, ni perdonar los abusos y la violencia que un padre haya ejercido contra nosotros como dijo Alice Miller. Lo que está en nuestras manos es intentar comprenderle, sería bueno escuchar otras personas hablar de él así es posible que nuestra perspectiva cambie, si no es posible será suficiente con respetar su contribución a nuestra biografía.
Si no lo hacemos puede que nos dé por repetir inconscientemente parte de su vida como le pasa al protagonista de esta historia. Ya se sabe…
“A lo que te resistes persiste”.
Carl Gustav Jung
Quizás nos parecemos a nuestro padre más de lo que nos gustaría admitir y por eso no podemos dar ese paso.
Este proceso se explica en…
El almanaque de mi padre
“Ahora pienso que… no es uno el que vuelve al pueblo.
Es el pueblo el que un día vuelve al corazón de uno”.
Hace más de una década que leí El almanaque de mi padre de Jiro Taniguchi. Hace más de una década yo no me dedicaba a la genealogía, tenía otras aspiraciones y cuando leí este cómic manga me gustó y nada más, a otra cosa mariposa.
Ahora que todo me parece genealógico he vuelto a recuperar esta bella obra publicada en España por Planeta de Agostini y definitivamente El almanaque de mi padre es un clásico comparable a Maus, otra novela gráfica cuyo eje principal es la figura del padre y su pasado.
Youichi es el protagonista del relato, un hombre hecho y derecho que regresa a regañadientes a Tottori, su pueblo natal cuando es avisado de la muerte de su padre al que hace 15 años que no veía.
Durante el velatorio, la familia hace un repaso de la vida del difunto al que todos coinciden en calificar como un buen hombre, algo que Youichi no ha podido percibir hasta ahora.
“Tenía una imagen de mi padre siempre trabajando. Y la suya me parecía una vida aburrida. Pensé: <Yo no quiero ser así, no quiero vivir como él.> Creo que por eso poco a poco me fui alejando de mi padre. Pero… un padre es un padre”.
Su padre fue un barbero muy ocupado en sacar a la familia adelante, un hombre serio y honesto que no expresaba sus sentimientos, su amor se demostraba trabajando, algo que su hijo y su exmujer no pudieron asimilar así que ambos se alejaron de él en cuanto tuvieron una oportunidad.
Somos muchos los que nos vemos reflejados en esta historia.
Ser hijo nunca ha sido fácil.
Ser padre tampoco.
Si tú quieres comenzar un proceso de reconciliación contigo, con tu padre, o tu madre, te recomiendo esta clase en línea:
¿Y tú qué tipo de padre tienes/has tenido?
¿Cómo lo recuerdas?
Imágenes: planetadelibros.com y cazadoresderecompensas.com
Me sorprende, y justo es que te la haga saber, cuanto se ha transformado la visión de mí y la familia, desde que empecé a seguir, tanto que me ha permitido considerar la “mirada genealógica” a las herramientas metodológicas, entre las que cabe mencionar la ” mirada geohistórica” como equipamiento vital para el proceso de auto conocimiento y transformación desde el Ser en el que me encuentro actualmente.
Desde mis genes, quiero decirte: Gracias Mireia!
Un placer ayudarte a ampliar tu mirada, Eduardo