Si algo me ha quedado claro en mi formación y lecturas genealógicas es que hasta hace nada la genealogía ha sido un instrumento de apoyo al poder y lo triste es que en realidad aunque algunos intentemos universalizarla, lo sigue siendo hoy en día. ¿Si no por qué España es una monarquía? ¿Y por qué se siguen manteniendo los títulos nobiliarios, incluso creando de nuevos?
Tenemos un Rey cuya familia está envuelta en un montón de líos y juicios bochornosos. La monarquía española está legitimada por su árbol genealógico. A mí me parece triste tener a personas ejerciendo un cargo impuestos por ser “hijos o nietos de”.
Hay a quien le pone la genealogía de los poderosos y a mí la nobiliaria me deja fría, lo siento, estoy por otros asuntos como puedes comprobar si me sigues. Me leería antes un artículo sobre los antepasados de Belén Esteban que los ilustres orígenes de la Casa de Tralarí Tralará.
Y una cosa no quita la otra, claro que tiene interés histórico estudiar a las élites y cómo se relacionaban y perduran, en ese sentido me gusta mucho el trabajo de Enrique Soria Mesa y además, te lo recomiendo para entender de forma crítica la Época Moderna.
¿Qué hacemos en el siglo XXI con la genealogía?
¿Cuáles son las familias que merece la pena estudiar? ¿Deberíamos seguir haciendo árboles con la finalidad de ensalzar el abolengo de los protagonistas como piden los Addams? ¿Deberían nuestras investigaciones basarse en recopilar información sobre el patrimonio y el matrimonio? ¿Estudiar antepasados solo puede molar si damos con alguna rama con un noble?
La genealogía debería interesarnos a todos.
Yo propongo una genealogía íntima, poner esta ciencia al servicio de otras causas: entender mejor a nuestra familia y su manera de relacionarse, hacer el árbol genealógico para ayudar a transitar el duelo por nuestros seres queridos e investigar para forjarnos una identidad.
¿Te gusta la nobiliaria?
¿Qué hacemos con la monarquía española?
Fotografía: casareal.es
¿Qué hacemos en el siglo XXI con la genealogía ?
Mi tatarabuelo fue quien hizo realidad que yo viviera la maravillosa experiencia que significa “encontrar familia”. La genealogía-la búsqueda familiar, la nobiliaria, la heráldica. todo esto no podría existir si no hubiera un sentimiento. Para mi la genealogía ES un sentimiento.
Cuando uno busca, encuentra, y lo que encuentra es la familia, sus orígenes, sus vidas y todas las circunstancias que a ellos los envolvieron. El que hayan sido nobles o nó es un mero accidente. Uno nace donde nace y ya después uno es lo que la vida le permite y el mismo quiere conseguir.
En mi caso y después de muchos años de investigación familiar, en todas mis familias de las cuales vengo, no tengo ninguna vinculación con la nobiliaria (de momento). Ya sabéis que la genealogía nos da muchas sorpresas y quien sabe si algún día podría aparecer sangre azul en mis ancestros. Este hecho en realidad no me preocupa en absoluto, sencillamente tenemos la sangre muy roja y esto en cierto modo me agrada y aunque es mucho más difícil poder encontrar datos y pistas de mis antepasados son las historias y vidas de gentes muy humildes que tuvieron que vivir cada día para poder sacar adelante a su familia, a mi familia.
Las nobiliarias están bien !, por qué no? lo único que las desvirtúa son aquellos que de ellas quieren hacer algo ostentoso y que indique poder. En este punto es cuando asusta la palabra , pero mientras solo signifique para nosotros que nuestros parientes pertenecieron a ella sin más hincapié que fueron nuestros familiares, personas que formaron parte de nuestra familia.
Creo que aquellos “locuelos” que investigamos en nuestras familias, somos personas sensibles y especiales. Nuestros sentimientos de familia nos hace un poco más humanos y por esto me gustaría pensar que en el siglo XXI la genealogía-la búsqueda familiar será el resultado de un sentimiento que nos lleva a saber de nuestros orígenes, de nuestros homenajes a nuestros ancestros y revivirlos en nuestras memorias y recuerdos familiares, sin titulaciones que solo formaran parte de la información en nuestro árbol genealógico. Compartir y comprender nuestra historia familiar nos hace evolucionar y ser cada día un poco más humanos.
Un saludo,
Hortensia
Hola Hortensia,
Lo que has compartido es muy bonito. Me gusta que definas genealogía como sentimiento.
Yo tampoco tengo nobles en mi árbol aunque se me ha insinuado más de una vez que descendemos de alguno por algunas ramas.
Sería interesante para todos que encontrándonos con nobles, eclesiásticos, campesinos o comerciantes hiciéramos el esfuerzo de comprenderlos.
Lo que a mi no me gusta es que nos sintamos mejor y nos demos palmadas en la espalda por descender de poderosos aunque contradiciéndome a mi misma, lo puedo llegar a entender.
Saludos.
Hola Mireia,
Siempre he pensado en eso, en la genealogía como un sentimiento. En realidad es el sentimiento el que nos impulsa a la búsqueda de nuestros ancestros. No crees ?
Lo que tu comentas es lo que escribía, que la genealogía nos abre la mente, la capacidad de comprender, compartir y se más globales. Asumimos que en realidad somos todos un poco de todos. La genética también nos introduce en este maravilloso mundo de la genealogía y todas ellas unidas forman junto con la arqueología, nobiliaria, heráldica son un abanico que abrimos de golpe y nos llega el aire fresco de nuestros familiares. Así que los títulos nobiliairos , las alcurnias, son “accidentes” de la vida, pero lo importante de todo esto es quienes fueron y como vivieron nuestros “abuelitos” y que gracias a sus esfuerzos hoy estamos buscándolos.
Saludos,
Hortensia
Lo explicas muy bien Hortensia.
Yo empecé con el árbol porque quería homenajear a mis abuelos, ése era mi sentimiento y luego el deseo de saber se fue ampliando por un montón de ramas.
Dentro de unos días hablaré de genética, por cierto.
Saludos!
En el siglo XXI, y de vuelta de muchas cosas ¿qué hacemos?
La genealogía te convierte a la humildad y a la contemplación. Antes de empezar, todo el mundo tiene una idea de cómo es su familia (nobles, ricos, pobres, campesinos, industriales, locales, foráneos, de “raza pura”, mestiza….). Esto lo hemos madurado con los escasos datos de los que podemos disponer y, muchas veces, tirando de tópicos o prejuicios. Datos de las últimas generaciones, y, de ellas, las que más nos han marcado.
Pero luego, nos ponemos a buscar, y nos llevamos sorpresas. Creo que las sorpresas que te lleves siempre tiene que ser agradables, porque en la genealogía no se debe buscar nada más que elconocimiento y la simple (que no es tan simple) satisfacción de la curiosidad personal.
Así se destronan mitos de todo tipo. Por un lado, es claro que algunos se sentirán decepcionados porque su familia no es tan “noble” como creía, o tan de “raza pura” entendiendo esto último el ser “de aquí de toda la vida”. Descubres que tienes bastantes antepasados de lugares que no te habían llamado la atención especialmente.
Pero también se destrona el mito contrario. Algunos creen motivo de orgullo el proceder de diversas ramas muy esparcidas geográficamente. Como si eso nos hicera más especiales, mas mundanos, más cosmopolitas o yo que sé. Y no, luego resulta que descubres que procedes de dos comarcas de la provincia de X, a las que tus antepasados se han aferrado durante generaciones.
En fin, así es la vida, y para no llevarse disgustos es mejor tener una actutud curiosa y contemplativa y ver los descubrimientos como avatares de la vida. Cada nuevo dato, será un regalo y lo disfrutaremos si nuestro objetivo no es reivindicar nada ni justificar ideas preconcebidas, sino sólamente CONOCER.
Enhorabuena por el blog
Bienvenido Armando,
He ojeado por encima tu blog y me he guardado para leer con calma 2 posts tuyos que tienen que ver con genealogía.
La curiosidad es fundamental y el sentimiento que decía Hortensia también. Y nos llevamos sorpresas buenas y malas. Haciendo genealogía sufres un poco, sobre todo imaginando situaciones que vivieron tus anteriores más próximos.
Lo del orgullo se entiende pero si sólo es esa nuestra motivación…
Nos leemos!
Comparto una noticia que me ha pasado mi colega Enrique Boix, por cierto, el título de su post de hoy es Genealogía para pobres (o genealogía low cost): http://hojasdeboj.com/2014/02/06/genealogia-para-pobres/
¿Es justo que Raquel no vaya a ser condesa por ser hija ilegítima? http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/02/05/actualidad/1391610814_318488.html
Mireia, cada vez me gusta más leerte porque me abres la mente y eso siempre es bueno.
Para mí también la genealogía es fundamentalmente sentimiento y una gran curiosidad.
Pero también me gusta mucho la Historia y por eso me encantan los árboles genealógicos de la nobleza, casas reales y similares.
La Historia es la que es, unas cosas te gustan más que otras pero es lo que hay.
Otra cosa es que compartas las ideas o las formas y que sean justas o no las normas por las que se rigen los títulos nobiliarios, etc.
Mi árbol genealógico está lleno de campesinos, pescadores, carpinteros, amas de casa, comerciantes, militares, etc. Y estoy muy orgullosa de ellos porque de ellos vengo, son lo que buscaba cuando comencé.
Hola Victoria,
Tienes razón: el amor por la familia y la curiosidad nos hacen investigar.
La mayoría de nosotros vamos a encontrar a asalariados y campesinos en nuestra genealogía pero…
“No hay rey que no haya tenido un esclavo entre sus antepasados, ni esclavo que haya tenido un rey entre los suyos.” Helen Keller
Un abrazo!