La genealogía siempre me ha parecido una herramienta para reconstruir mapas…
¿Quieres embarcarte en la creación de un mapa íntimo, revelador y profundamente transformador?
Eso es lo que es para mi un árbol genealógico, mucho más que una lista de ancestros. Te quiero invitar a conectar con tu yo, tus raíces, a bucear en tu pasado. Te propongo reconstruir tu biografía y repensar cómo fue tu familia para encarar la vida de otra forma.
Algunos se alejan de sus orígenes esperando que la distancia y el tiempo borre el pasado, otros quieren atajar y comenzar de cero sin analizar quiénes estuvieron antes, otros van trampeando con su carga genético-afectiva con pequeñas o grandes dificultades.
No solo nos parecemos físicamente a los padres, primos y antepasados, actuamos y pensamos como ellos, a veces a nuestro pesar. Por eso es importante dedicar un tiempo a recrear nuestros orígenes, nuestras historias, ésas que no son trascendentes para el resto de los mortales, pero para nosotros son vitales.
Yo te animo a interrogarte sobre vuestra historia, te insto a preguntarte: cuáles consideras tus hitos vitales hasta la fecha, cómo eras de pequeño, cómo eran vuestros padres, cómo fueron cuándo no los conocías, cuál era la relación con tus abuelos, cómo te los imaginas en su juventud y niñez, ¿y de tus bisabuelos y tatarabuelos sabes algo?
Para conseguir las respuestas tendremos que dedicar tiempo, ayudarnos de nuestra memoria y la de la nuestros familiares. Saldrán a la luz nombres, apellidos, personas, fechas, lugares, profesiones, anécdotas, dramas y alegrías. Cuando nos estanquemos ya pasaremos a la investigación en archivos y otras fuentes.
Toda la información que recopilemos la volcaremos en nuestro árbol genealógico. No será un proceso ni fácil ni rápido (algunas cosas en la vida son así) pero a cambio os conoceréis mejor y notaréis cambios profundos.
Nosotros somos nuestra familia, a veces nos creemos únicos y en realidad somos un remix, copias de copias. Genuinos sí, pero conscientes de que formamos una cadena de relevos.
Si olvidamos o tapamos el pasado no podremos transformar el legado de nuestros referentes en algo nuevo, en cambio si investigamos conoceremos quiénes somos y reconocemos que en nosotros hay mucho de otros. Así, en el futuro nosotros y nuestros descendientes podrán acceder a un mapa genuino para tomar decisiones cuando surjan dudas o dificultades.
¿Te pierdes en tu mapa genuino?
¿Qué te aporta la genealogía?
Dibujo: Enrique Domínguez
Buenos dias !!
queria contarles la historia de mi suegra, Wanda, y como influyo en la familia luego.
Ella habia nacido en 1925, en el pueblo Osowka, Polonia. De familia alemana de origen, dadas las circunstancias historicas en ese entonces. Sus padres se casaron muy jovenes y tuvieron 16 hijos, esos pude incorporar al arbol, de los cuales varios fallecian al nacer o unos pocos meses despues. El padre llego a ser el alcalde del pueblo y eran propietarios del unico molino de aceite. Antes de la segunda guerra, varios hijos – algunos casados ahi mismo- emigraron a Argentina, quedandon los mas jovenes con los padres.
Al invadir los rusos Polonia, la situacion para ellos era muy critica, aunque no eran de origen judio, por el simple hecho de vivir en Polonia, eran considerados de “segunda” y para los alemanes mismos, tampoco lo eran.
El pueblo fue invadido y arrasado, asesinatos, expropiadas sus casas. Mi suegra y su hermana menor, Herta, tenian ca. 17 y 15 años respectivamente, fueron apresadas y llevadas a un campo de concentracion. No supieron el destino de sus padres y un hermano, el cual hasta el dia de hoy nunca fue declarado muerto, pero tampoco lo encontraron.
Tiempo despues, se supo que el padre no habia sido arrestado, pero deambulaba por la zona, hambriento, y fue encontrado, muerto, debajo de un arbol, barba y cabellos muy crecidos e infestado por los piojos.
La vida en el campo de concentracion fue durisima, a las mujeres les aplicaron una inyeccion para impedir la ovulacion y embarazos. De lo que recuerdo, fue que siempre mencionaba como hacian su cafe = tostaban las peladuras de papas y con ellas preparaban la infusion. Habian adelgazado mucho mas. Por ser tan jovenes, dentro de su grupo, eran cuidadas.
Transcurrieron dos años en esa situacion, pero un dia, el menos pensado, un guardia, haciendo la vista a un costado, permitio que ellas escaparan pasando por un lago, caminando y caminando muchisimo, con colaboracion luego de otras personas, llegaron a Hamburgo, donde estaba una tia, las que las recibio y ayudo en la recuperacion, asi obtuvieron la ciudadania alemana. Estuvieron dos años, pudiendo trabajar y mantenerse. En 1948, con ayuda de los hermanos en Argentina, llegaron aca. En el puerto fue a esperarlas un peon de Edmund (que trabajaba de albañil), ya que el no podia ir a buscarlas. Ese fue el dia que ese peon de albañil, mi suegro, conocio a Wanda, increible con el tema del idioma, ya que mi suegro hablaba un dialecto aleman, padres del Volga, y mi suegra solo aleman. Como hicieron para entenderse, no lo se, pero 3 meses despues se casaban !!
Mi suegra nunca quedo bien con lo sufrido en la Guerra. No quedaba embarazada y su gran temor era haber perdido la fertilidad a causa de las inyecciones. Pero el destino quiso que tuviera a su primer hijo, a pesar de las grandes privacaciones que tenian, salieron muy despacito adelante, Fueron padres de 4 hijos.
Murio joven, 68 años, con Alzheimer, Parkinson, etc. El sufrimiento dejo sus huellas bien marcadas.
Ella siempre me contaba su historia, por eso es que aprovecho cada oportunidad para relatarla, porque esta es la historia de toda esa gente que tambien padecio la guerra, la otra cara.
Gracias
Hola Cris,
Menuda historia la de Wanda… Nunca dejan de ponerme la piel de gallina relatos así, no me explico como la maldad se puede desbocar. Crueldades así dejan huella para toda la vida, para la persona y para sus descendientes.
Un abrazo y gracias por compartirlo!
Muy interesante historia y muy dolorosa. Me encanta que la suegra La Haya contado para que así se trasmita a las generaciones futuras.