Manuel Peña es aficionado a la genealogía desde hace tiempo y seguidor de tataranietos desde hace unas cuantas temporadas. Me escribió haciendo alguna reflexiones que ambos hemos querido compartir en el blog:
“Hola Mireia,
En mis años de experiencia en la búsqueda de antepasados y de historias pronto descubrí que la genealogía es (casi) infinita, que no es asunto de unos meses o tal vez de algunos años. Seguramente esto sea algo que se prolongue durante toda la vida.
Como te dije una vez, fui un afortunado en mis búsquedas genealógicas porque en un mismo archivo se encontraban la mayoría de mis antepasados. El archivo estaba cerca de mi casa y por su fuera poco conseguí que me dejaran la llave.
Empecé buscando mis cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos y así sucesivamente a modo del célebre cuento donde un rey ofrecía un grano de trigo multiplicado por dos en cada una de las casillas de un tablero de ajedrez. Así hasta descubrir que llegando a las últimas casillas no habría trigo en todo el reino con que satisfacer la deuda.
El archivo de la parroquia donde estaban asentadas las partidas de la mayoría de mis antepasados abarcaba varios siglos; y en cada generación, lógicamente, se duplicaban las búsquedas del mismo modo que se duplicaba el trigo en el tablero de ajedrez del cuento.
Llegando al siglo XVI mis antepasados ya se contaban por miles, descubriendo al fin que no hay árboles genealógicos, que todos formamos parte del mismo gran árbol genealógico.
Recuerdo como el primer libro de matrimonios de aquel archivo parroquial tuve que transcribirlo casi por completo porque casi todos eran antepasados míos.
Mi reflexión va por ahí, pues si hablando del siglo XVI a este ritmo encontramos que todos tenemos miles de antepasados, ¿qué pasa si nos remontamos al siglo X o al siglo VII? Pues pasa, seguramente, que conociendo a cualquier persona de aquellos siglos podremos afirmar que o es antepasado nuestro o algo toca en nuestra historia.
¿Se cuentan por millones nuestros antepasados allá por el siglo X? No importa si son más o menos, la siguiente generación será el doble.
Por ello, me hace gracia cuando algunos se empeñan en buscar entre sus antepasados a personas nobles, a familias reales, judíos, moros o personajes célebres: la respuesta es sí, esos son nuestros antepasados, todos ellos lo son, desde reyes hasta mendigos”.
Yo, como Manuel, también creo que la genealogía nos lleva, si somos abiertos de mente, a corroborar lo que ya tendríamos que saber, que somos mezcla y que todos somos primos, aunque discrepo que nuestros antepasados se multipliquen al cuadrado cada vez que pasa una generación, al principio posiblemente sí, pero llega un punto en que no.
Es improbable que tengamos exactamente 512 abuelos octavos o 8192 abuelos doceavos, ya que varios ascendientes se repiten en diferentes ramas.
Es cierto tanto que la endogamia, la relaciones sexuales entre parientes consanguíneos, ha sido muy habitual en el pasado, sobre todo en municipios pequeños, como también lo es que la población en siglos pasados no era la de ahora, por ejemplo, el censo de Aranda realizado en 1768-69 contabilizaba poco más de 9 millones de habitantes (en 2015 éramos unos 46 millones y medio).
Cada vez que retrocedemos en el tiempo no se multiplica la población, más bien disminuye y disminuye y por eso nuestros antepasados son cada vez menos.
Ojalá las personas acaben entendiéndolo de una vez, y que sea pronto. Nos ahorraríamos muchas tonterías xenófobas y racistas.
¿Cuál es tu experiencia con la endogamia?
¿Y tú que crees: un árbol o muchos árboles?
Imagen: Pixabay
Estoy totalmente de acuerdo.. de hecho, a través de la página Geni he visto cosas increíbles! También soy afortunado de que soy descendiente directo de la familia Bolívar Palacios (mis hermanos y yo somos los únicos actualmente) por parte de mi mamá y de mi papá, por lo que tengo libros y mapas e información prácticamente “infinita” de mi ascendencia.
Regresando al tema de que todos estamos en el mismo orden, antes de agregarle la información de que mi esposa era mi esposa me puse a buscar otras formas en que podríamos estar relacionados y pues sí… su tía política es nuera de la esposa de mi tío abuelo (literalmente)! Eso me pareció increíble porque incluso la genealogía fue hasta Alemania y volvió sin ser, ni ella ni yo, ni un pelo de alemán… Sólo quería compartir esto.
Saludos y descubrí su blog ayer y me encantó. Por cierto, le envié un correo preguntándole sobre la función matemática del orden de los apellidos a ver qué le parece 😉
Hola Bernardo,
Me alegro de que te guste el blog y gracias por compartir las dos relaciones de parentesco que te unen a tu esposa. Seguro que mucha gente se sorprendería con un hallazgo semejante si se pusiera a investigar.
Respecto al orden de los apellidos… Yo no utilizo Excel para volcar mis investigaciones genealógicas, sino softwares específico para genealogía, son más concretos y prácticos.
Lo del orden de los apellidos no me preocupa especialmente.
Supongo que has leído lo que escribí sobre el tema, pero por si acaso te copio el enlace: https://tataranietos.com/2015/12/22/cual-es-el-orden-de-tus-apellidos/
Saludos y suerte!
Hola Mireia! soy apasionada por la genealogía. Soy Argentina, y como la mayoria descendientes de europeos que se fueron en las guerras. Así que se han perdido muchos datos, muchos por la falta de comunicación de la época, tal vez porque no hablaban castellano, a algunos, les cambiaban el apellido o el nombre a entrar a Argentina. He descubierto que mi tatarabuela era en algunas partidas de apellido Pepo, Peppe, y así. Sin embargo, rastreando en el libro de la iglesia de mi pueblo en una partida de nacimiento de un hijo, dicen de que venian de Atina, Italia. Fue muy emocionante saberlo, ya que tuvieron muchos hijos y obiamente en el pueblo somos muchos parientes. Lo mismo con el resto de mis bisabuelos. De la madre de mi abuelo sabia poco, hasta que en una página de genealogía coincidí en parentesco con otro apasionado y el tenia investigada toda la familia y más. me falta saber la rama de mi madre. A mi bisabuela española. madre de mi abuelo materno la conocí y ella decia que alguien tenia que volver a su terruño.
Ella se fue con 20 años y no volvió más. Tenia unos 84 cuando murió.
Me encanta ver fotos viejas, encontrar los parecidos con los contemporáneos y dedico mucho tiempo a investigar.
Cada dato que encuentro es como ganar la loteria, late rápido mi corazón de alegria.
Muchas gracias por compartir tus conocimientos, te leo siempre! abrazos!!!
Hola Natalia,
Muchos apellidos, y nombres, mutaban en los países de acogida de la inmigración y a veces eso obstaculiza las investigaciones, pero no las vuelve imposibles, hay que contra con ello y echarle imaginación.
Es genial que hayas podido tirar del hilo y averiguar cuál es el origen italiano de tu familia y que además tengas la colaboración de tus primos lejanos.
Saludos
Bon dia tatarabuela, contra mas puedo retroceder documentalmente en una rama familiar mas feliz estoy porque intuyo que enlazara con otra família ya estudiada, y reducire antepasados. Noto, Olivella, Davi, Lartuna, etc si fueran cromos los tendria repetidos variada veces
Hola Jaume,
La endogamia nos ahorra trabajo, jeje. Está bien verlo así.
Un abrazo