Me ha llegado un e-mail de una tataranieta que tuvo la semana pasada una sesión de transgeneracional conmigo que es tan tan emocionante, que le he pedido permiso para compartir en el blog.
Gracias Carmen por tu generosidad y gracias por la oportunidad de trabajar contigo.
“Hola Mireia,
Te escribo para darte las gracias. Han cambiado unas cuantas cosas desde el lunes. El día de la sesión estaba muy nerviosa como pudiste comprobar, hoy nada que ver y creo que es porque por fin he podido entender por qué me he pasado toda la vida intentando que mi madre me haga caso sin conseguirlo.
Cuando me dijiste que la clave estaba en mi nombre lo entendí. Al ponerme el nombre de mi abuela materna eso hacía que mi madre conectara con ella cada vez que me llamaba a mí y se sintiera incómoda conmigo cada día de su vida. La relación con su madre y su hermana mayor no había sido nunca buena y lo proyectaba en mí.
Sé que no debió haberme llamado así, creo que mi madre se sintió muy presionada por su familia pero lo hecho, hecho está. Además, yo no deseo cambiarme de nombre por otro. Me gusta mi nombre.
Ahora comprendo que mi familia me ha visto desde que nació como una doble de mi abuela y en parte de mi tía. Yo no tengo su carácter a menos que me sienta insegura, a veces conecto con su depresión y con su frustración, pero eso solo me pasa si me presionan.
El lunes lo vi muy claro: Mi abuela es Carmen, mi tía es Carmen y yo soy otra Carmen. Hay espacio para las tres. Nunca más seré Carmencita para ser menos que las otras Carmen.
Voy a dejarles muy claro a todos que aunque nos llamemos igual no significa ser iguales ni compartir destino.
Gracias de nuevo por tu mirada positiva, por tus palabras, por tu cercanía. Me hiciste sentir muy a gusto y lo que es mejor ahora sigo muy bien.
Un abrazo.”
¿Tú también te llamas como tu abuela o como tu tía?
¿En qué crees que te afectado tener tocayos en la familia?
Fotografía: flickr.com/commons
Mi papa se llamaba Omar Ángel. Mi hermano se llama Omar Daniel. Le decimos Daniel.
Mi mama se llama María Elena. Yo me llamo Elena Beatriz. Desde que nací me llaman Betty.
Cuando mi mama me llama nombra siempre a sus dos hermanas menores.
¿Qué significa esto?
Hola Betty,
Es bastante habitual recibir el nombre de la madre o del padre, en tu caso y en el de tu hermano unido a un segundo nombre, ¿fuera del árbol genealógico? que os permite distinguiros.
Si tu madre suele llamarte con el nombre de tus tías, es que en su cabeza todavía están muy presentes, ¿siguen vivas o ya murieron? ¿Qué tema familiar sigue pendiente?
Saludos
PD: Te recomiendo que revises este post: https://tataranietos.com/2015/04/16/por-que-mi-madre-no-llama-por-mi-nombre/
Hola Mireia, mi abuela paterna se llamaba Dolores, una de sus hijas Dolores, sufrió una caida y se rompió la columna, murió a los 14 años. Todas mi primas, primogenitas se llaman Dolores y yo tambien llevo ese nombre. Mi madte no queria ponermelo pero se vio obligada. Mi padre decia que me parecia mucho a mi tia Desde los 14 años sufro muchos dolores de espalda. Crees que todo eso guarda relacion?
Gracias.
Un saludo de Lola.
Hola Lola,
Gracias por compartir tu historia, Lola, no la conozco a fondo, pero parece que es el típico caso de yacente, en tu caso yacentes, sois muchas.
La muerte de tu tía Dolores ha sido tan difícil de gestionar que todos los hermanos se han asegurado de que haya copias y homenajes.
Tus dolores pueden estar relacionados con todas la herencia emocional que te han transmitido.
Sería bueno para ti que aparte de su muerte averiguaras más sobre tu tía y pensaras como homenajearla escribiendo, bailando, cantado, pintando, hablando, et. sin implicar tu espalda.
Un abrazo
Hola, mi nombre es María. Y sí, mi abuela materna se llamaba María y mi tía por rama materna se llama María. Hace algunos años empecé una terapia. En una de las primeras sesiones, cuando se elabora el árbol genealógico, mi terapeuta me preguntó por el nombre de mi abuela. “Ah, sí? Usted se llama igual q su abuela? Y por qué su madre le puso ese nombre?” La pregunta de pareció sin sentido: “Yo qué sé… mi madre dice q le gustaba” “Ah…”.
Algunos días después, llevada por la curiosidad (curiosidad y, no sé por qué, cierta actitud defensiva que había provocado esa pregunta), decidí hablar con mi madre: “Mama, porque me pusiste María?” “Porque mi madre se llamaba María, había muerto hacía poco y quise que te llamaras igual. Y punto”. Sus palabras estuvieron acompañadas de un tono defensivo muuuuyyy evidente.
Yo tenía 34 años y hasta entonces nunca me había respondido tan claramente a esa pregunta, siempre que había preguntado había eludido responder con tanta sinceridad.
Con el tiempo, he podido comprender por qué ella busca tanto mi apoyo, mi ayuda, o eso he creído…
La historia daría para el capítulo de un libro, pero voy a dejarlo aquí! 🙂
Hola María,
Gracias por compartir la historia de tu nombre. Como ves no estás sola en esto de heredar nombres de familiares muertes, con la consecuente carga implícita de tener que representar el papel del muerto para aquellos que han querido revivirlo de forma simbólica.
Un abrazo