Sin mi memoria reciente y a largo plazo no sé quién sería hoy, la genealogista Mireia Nieto no, desde luego.
Soy la que fui (y lo que otros fueron), lo que recuerdo, lo que rememoro y lo que no porque está enterrado en mi inconsciente.
Somos lo que recordamos
Me considero nostálgica pero con el paso del tiempo lo soy de manera diferente a otros que creen que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, ya no quiero acumular por acumular trastos, objetos o libros, quiero recuperar experiencias pretéritas y dejarlas ir después.
Eso sí, no renuncio a mi caja de zapatos llena de fotos. Me emociona mirar fotografías en las que aparecen mis abuelos jóvenes, alegres, vivaces, hoy muertos.
Me importan más mis recuerdos que mis investigaciones, sí, los documentos me ayudan a poner luz a las sombras de la historia familiar, pero los recuerdos forman parte de mí. Son mi vida, mi pasado, mis emociones.
“Todo lo que somos,
aquello que fuimos
y lo que quisimos
y no pudo ser”.fragmento de “Los recuerdos” de Joan Manel Serrat
Amo mis recuerdos y los recuerdos que los demás tienen de las vivencias compartidas conmigo que hacen revivir los míos, sean estos buenos o malos.
Doy gracias a mi yo del pasado por escribir diarios que me transportan a mi infancia y adolescencia y me hacen estremecer y soltar más de una lágrima.
Admiro a la gente y las instituciones que preservan la memoria personal, familiar y colectiva: archivos, archiveros, genealogistas, memoriales, bancos de memoria, etc.
Pero sé que nuestra memoria no es fiel
Dicen que la memoria es frágil, doy fe. A veces no recuerdo detalles importantes de mi biografía si no me dan pistas otras personas.
Me encantó la película Del revés (Inside Out) en la que los de Píxar-Disney explican a su manera cómo funciona la memoria.
Los recuerdos se pierden, algunos pueden reencontrarse, otros simplemente dejan paso a otros nuevos.
Dicen que la memoria es traicionera y lo sé. Reconozco que mi cerebro se equivoca recordando, tergiversa acontecimientos, los decora, los suaviza, los magnifica o directamente se los inventa, no solo me pasa a mí también a un genio, Javier Krahe.
Hace unos años me enteré de que uno de mis primeros recuerdos era totalmente falso, todavía no sé cómo pude inventarme que una vez una mujer intentó secuestrarme en plena calle. Tal vez algunos de tus propios recuerdos de la infancia tampoco existieron.
Los expertos nos recuerdan con sus investigaciones que la memoria no es estática, cambia, se recrea.
La memoria es un tesoro subjetivo, que desaparece o se entierra y que más adelante tú u otra persona puede recibir como un regalo.
Por eso cuando yo desaparezca y me lleve conmigo mis recuerdos, me gustaría que alguien guardara mi memoria de la manera que crea más oportuna, al menos durante algunos años. No es una obligación para nadie, es solo un deseo.
Y tú,¿eres nostálgico?
¿Qué te cuenta tu memoria?
Imagen: videos.disney.es
Doncs mira, tot el que dius també em passa a mi!
Oh! Ets un nostàlgic conscient, doncs! Un abraçada, Josep
Ya somos 2!!!!
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