Siguen llegándome preguntas genealógicas como la del post Las mentiras piadosas de la genealogía, he escogido la de una seguidora anónima, cuando leas el texto entenderás por qué..
Hola Mireia,
Me pongo en contacto contigo para preguntarte una cuestión. Quizás es una tontería, pero bueno la verdad que he estado dándole vueltas y no sé cómo hacer…
“Supuestamente” una antepasada mía tuvo relaciones extra-matrimoniales con el cura de la parroquia. Como esos temas, y más con un cura, se tapaban totalmente en secreto, la familia que para mí siempre fue mi familia de sangre no son realmente quienes son, sino la familia por parte de ese cura que ya falleció hace muchos años.
Conseguí reunir partidas de ese cura y tengo algunos datos de su familia, pero lo que más tengo son nombres y apellidos, de fechas casi no tengo.
La investigación me ha llevado a que uno de esos antepasados del cura vivió en un pueblo que me apetece mucho visitar, primero por curiosidad, y segundo porque lo mismo quedan descendientes de ese clan y yo puedo conocer a alguien.
¿Cómo harías para localizar a esa gente? ¿Preguntando a vecinos de la parroquia? Es que no sé cómo hacerlo, porque ya te digo que apenas tengo datos, y debo ser cauta porque no todo el mundo está abierto a oír la información “infidelidad con un cura”, ¿comprendes?
Y esta es mi repuesta:
Querida tataranieta,
Gracias por compartir tus inquietudes genealógicas con todos. En primer lugar me llama la atención cuando hablas de que “la familia que para mí siempre fue mi familia de sangre no son realmente quienes son”. Entiendo que te inquiete pensar que no compartes genes con algunos de tus familiares, ¿te consuela saber que en todas los árboles genealógicos pasa lo mismo y por todas las ramas? La genealogía estudia la ascendencia y descendencia de las personas pero solo demuestra la ascendencia social por falta de testimonios orales y pruebas de ADN que ayuden a demostrar el parentesco genético.
En comparación con otras personas que son informadas de que algunos de sus ascendientes eran infieles a sus parejas (ten en cuenta también que la información puede ser verdadera o falsa), tú al menos tienes un principal sospechoso con nombres y apellidos (lo habitual es saber muy poco o nada de los escarceos amorosos de nuestros anteriores).
Si quieres visitar el pueblo donde vivían los ascendientes de tu presunto antepasado visítalo, no pierdes nada. Obtener información va a depender de las generaciones que hayan pasado desde esa “relación amorosa pecaminosa” y de lo grande o pequeño que sea el pueblo ahora. Quizás vivan todavía personas mayores que conocieran al cura y a tu antepasada a las que atreverte a preguntar por él (y ella) a ver si quieren contarte si fue verdad que el cura y tu antepasada tuvieron relaciones sexuales y un hijo en común o no eran más que rumores malintencionados (podría ocurrir también que te rechazan por foránea cotilla y se negaran a hablar o te hicieran un feo).
Te arriesgas a volver a casa con las manos vacías, eso es todo, pero soy de la opinión de que hay que intentar demostrar los imposibles genealógicos. Eso sí, ten mucho tacto con tus preguntas, no por que no haya que remover el pasado sino porque hay que respetar las emociones y recuerdos que provocan en tus interlocutores.
Si al final decides ir espero que nos cuentes cómo te ha ido.
¡Ah! Y si puedes consigue el cortometraje Descubriendo a Mosén Bruno de Maxi Campo, seguro que te sientes identificada con el protagonista interpretado por Jesse Johnson que viaja a Saravillo, el Pirineo aragonés, para conocer más sobre un famoso cura del que hablaba su bisabuela (la película está basada en la vida del legendario párroco Bruno Fierro).
¿Algún descendiente de cura?
¿Alguien que haya probado una infidelidad?
Fotografía: flickr.com/commons
Yo le aconsejaría a esta persona, por sugerir alguna vía, que trate de localizar el testamento del cura, a ver si le dejó algo al supuesto hijo o a la supuesta amante; conozco casos de padres de hijos nacidos fuera del matrimonio que luego nombran al hijo o a su madre en el testamento, incluso (en este caso era un cura) nombrándolos herederos universales (aunque sin citar el parentesco, claro), y también he visto casos de padres (en un cura esto va a ser poco probable, supongo) que aprovechan el testamento para reconocer a esos hijos. Sólo porque se les nombre como herederos, sin más, no se va a demostrar nada, claro, pero sería una pista interesante para tener en cuenta. Todo esto en el caso, naturalmente, de que el testamento se otorgara hace más de un siglo, si toda esta historia es mucho más reciente el hipotético testamento del cura aún no es público. Los casos que he citado antes como ejemplo son todos de finales del siglo XIX.
Gracias Tano por tu idea,
Realmente leer su testamento nos podría dar pistas importantes si en él se hiciera referencia a su descendencia de forma manifiesta o velada pero me temo que el cura que buscamos es del siglo XX.
Un abrazo!
Para averiguar fechas, si no puede obtenerlas en el Registro Civil, puede conseguirlas en el cementerio. Tb tienen registros
Gracias Ruth!