“Mirar al futuro y quererlo nos sostiene en igual medida que nos sostuvieron nuestros padres y nuestros anteriores. Mira a lo lejos y me descubrirás como Gerontal, ya mayor, feliz por la vida vivida, conforme, fértil, calmo al entregarla; y verás a nuestros hijos y nietos, y cómo la vida se extiende en nuestros posteriores y aún más allá, llenándote el corazón de futuro. Lo que más agradece el pasado es un futuro bello; lo que más agradecen nuestros anteriores es el progreso, la luz y la dicha de sus posteriores. No dejes de orientarte hacia el mañana”.
Joan Garriga
Ya hemos llegado a agosto, un mes en que estés o no de vacaciones apetece leer más ya sea tumbado en la playa, en una hamaca o en el sofá de casa. Yo ya he ido a mi biblioteca preferida antes de que la cerraran y he cogido una montaña de libros entre ellos La llave de la buena vida del terapeuta Joan Garriga (recuerda el post que publiqué cuando fui a uno de sus talleres).
“Saber ganar sin perderse a uno mismo y saber perder ganándose a uno mismo”
El ensayo empieza con un cuento protagonizado por un hijo al que sus padres entregan una llave de tres dientes el día de su décimo octavo cumpleaños, una llave que abre todas las puertas y que vaya encontrando a lo largo de su vida: las del ganar, el perder y la última de todas: la de la muerte.
Joan Garriga nos ofrece recursos para el buen vivir y apuesta por una vida plena vivida con conciencia para reconocer lo que somos, tenemos y sentimos en la que cada uno de nosotros arriesgue para dar a la vida lo que tenemos para darle y al contrario, no empeñarnos en entregar lo que no tenemos para que vivamos las ganancias y las pérdidas sin perturbarnos demasiado.
La llave de la buena vida es un libro escrito desde la calma que nos ayuda a reflexionar sobre los misterios de la vida y sobre nuestro empeño infructuoso de dominarlos.
¿Has leído el libro?
¿Tú tienes tu llave?
Imagen: planetadelibros.com
Hola Mireia, me has dado un motivo para buscar este libro: quiero esa llave! Tengo un problema para comunicar con mi hija el tema de la muerte (con casi todas las personas que conozco, pero he aprendido que no puedo modificar eso, en cambio me importa mucho poder hablar con mi hija de lo único seguro que nos va a suceder en la vida).
Me considero una persona vital, alegre en general, y me asombra que la mayoría de personas que conozco no pueda hablar de la muerte sin sentir que eres friki, pesimista, depresiva o hasta maleducada!
Para mí la muerte significa el límite que tenemos que tener presente para agotar cada segundo de vida, disfrutar todo lo que podamos, decir y hacer cada cosa que nos proponemos porque no sabemos si mañana podremos hacerlo. Un motor, vaya. Un motivo para ser muy optimista y mejorarnos a cada paso.
No sabía que estás preparándote para publicar, supongo que ha de ser un esfuerzo importante, lo cual es de agradecer… y me quedo esperando, claro 🙂 Estos días he leído el libro que recomendaste de Enrique Boix, todavía no se lo dije al autor pero lo disfruté. Y me llevé la sorpresa de que aparece un comentario que hice hace tiempo en su blog!
Saludos,
Rose
Hola Rose,
Hablar de la muerte no es fácil, muchos huyen como si eso significara invocarla. Nos alejamos de todo lo que tenga que ver con ella para seguir haciendo cosas sin sentido. Todo empieza y acaba, es la única verdad. Creo que entre todos podemos conseguir que hablar sobre la muerte se normalice.
Ah! Escribir un libro siempre es una experiencia, con sus ratos buenos y malos, más si uno se lo guisa, uno se lo come (os mantendré informados).
¡Qué bien que tengas el libro de Enrique! Yo también tengo el mío.