En las vacaciones de Navidad ocurrió algo inesperado.
Inca desapareció sin dejar rastro.
Inca era mi periquito.
Hablé de él en un post sobre mascotas y árboles genealógicos, un perico tímido y viejo, lo adoptamos mayor diga lo que diga la de la tienda de animales, poco a poco se había ganado mi corazón y el del resto de la familia. Yo trabajo en casa y me hacía compañía con sus pío-píos por las mañanas.
Y desapareció de su jaula.
¿Cómo lo hizo?
No lo sé, puede que se escapara por el agujero de la comida o que alguien lo dejara ir…
Unos minutos después de su volatización me ofrecieron una pareja de pajaritos u otro periquito pero los rechacé, no quería sustituir un pájaro por otro como si Inca no tuviera valor, como si no doliese su pérdida.
Yo sigo preguntándome dónde estará el perico, si ha podido sobrevivir, si se lo ha comido otro animal, si al menos está bien…
Y mis hijas también se lo preguntan. La mayor afirma que sí, que otro pájaro le ha ayudado a adaptarse a su libertad, ojalá.
Una desaparición es peor que una muerte
Me dolió.
Es un periquito, lo sé.
Mi vinculación emocional con él no era como con un humano pero yo le quería y se me humedecen los ojos cada vez que veo en el balcón la jaula vacía.
Quizás en el duelo de Inca se me han acumulado los de los siete periquitos que perdí en mi adolescencia.
La peor muerte fue sin duda la del primero: Federico, que se murió de repente, por eso el siguiente se llamó como él para reemplazarle, y la última, la de Obocamán que agonizó una tarde, aun así la de Inca ha sido muy inesperada… Si se hubiera marchado en un descuido lo hubiera podido procesar con facilidad, pero que se volatilizara…
Y es así como he podido acercarme al dolor de las personas a las que les desaparecen sus seres queridos y no saben si se han fugado, si están bien o mal, si están vivos o muertos, si han sido asesinados, torturados o secuestrados. He pensado en mi bisabuela que murió sin saber qué había sido de Ramón, uno de sus hijos.
Confieso que estoy en duelo
Sigue doliendo y no escaparé de esa emoción, pero no te preocupes, estoy bien.
La vida sigue, pero si no lloro por mi periquito hoy tendré que hacerlo mañana, pasado mañana o dejaré la tarea inconclusa para mis hijas y no quiero que arrastren un duelo bloqueado, echar de menos a Inca y poderlo hablar es un aprendizaje para mí y para ellas.
Y cuando sienta que es el momento volveré a adoptar otro perico, será bienvenido a casa tal como sea, no será un sustituto del anterior.
¡Inca, seguimos echándote de menos!
¿Tú también has perdido a tu mascota? ¿Cómo te sentiste?
Fotografía de jaula: Enrique Domínguez
Fotografía de Inca: Mireia Nieto
Hola Mireia, siento mucho la desaparición de tu perico… yo también tengo uno (y también tuve en mi adolescencia) y cada vez que uno de ellos ha muerte me he sentido muy triste. La incertidumbre de la desaparición quizás aún sea peor… la cuestión es que el de las mascotas es de aquellos duelos que llamamos “desautorizados” porque en general, parece que uno no pueda estar en duelo y sufrir del mismo modo que cuando perdemos a una persona. ¿Qué no es un ser querido igual? ¿Que no nos alegra con su canto, con sus ladridos, con su mirada y nos preocupa con su silencio, sus gemidos o su quietud inesperada? El vínculo que establecemos con nuestras mascotas es algo muy personal y va más allá del entendimiento puramente racional. Además, ellos nos aman de manera incondicional así que ese amor también lo echaremos de menos cuando ya no estén con nosotros… Querida Mireia, te acompaño en el sentimiento. Un fuerte abrazo.
Gracias Begoña,
Esta pérdida no es el drama de mi vida, es una más, seguramente como tú dices un duelo desautorizado.
Algunas personas también se sienten mal si se sienten tristes por haber perdido su posición económica, su móvil, su pareja, las llaves, etc.
¡Expresemos nuestros duelos, es sano!
En Bolivia se dice q las mascota s nos protegen
Los ordenes del Amor tb lo indican: son sistemas anteriores x tanto tienen prioridad pero están al servicio de los siguientes. Se pueden inmolar x nosotros
En vuestro caso para q nadie tenga q desaparecer siguiendo a ti Tio Ramón, desaparece tu pajarito.
Agradecele.
Y haced todos el duelo, claro.
Hola,
Con todos mis respetos Santander terapias, no estoy de acuerdo con este análisis.
Ramon no es ningún tapado, no es alguien excluido del árbol, es un desaparecido de la Guerra Civil al que hemos homenajeado hace bien poco. Se ha hablado mucho de él en la familia.
La desaparición de mi periquito no tiene nada que ver con él. Mi duelo por Inca no es un duelo complicado, no estoy deprimida, no lloro por los rincones, sí que es desautorizado porque los que leéis el texto os asustáis, pero no en mi familia, en mi entorno lo entienden perfectamente, ellos también están tristes, no tiene nada de anormal acordarte de una mascota con la que has convivido meses. Es solo un duelo más.
Por otra parte, me gustaría reflexionar desde aquí sobre lo inadecuado que es hacer un análisis superficial de un árbol genealógico. No todo es significativo. Con unos pocos datos no podemos extraer conclusiones a la ligera. Mi periquito no es de ninguna quinta, no se fue a la guerra. La muerte de mi periquito está ligada a otras muertes, las de los periquitos que lo precedieron que fueron unos cuantos.
Las personas mueren, los pericos también y muchos plumados se marchan, se esfuman, no es el primero ni el último en huir. Será que las jaulas no están hechas para ellos.
Saludos!
Yo te entiendo, por qué el día de hoy estábamos todos en el apartamento y tenemos una pareja de periquitos, ellos tuvieron 3 bebés y solo desapareció uno de ellos, no sabemos en donde esta nadie ingreso a donde estaban y no dejo rastro nada, no se que tan normal o anormal sea eso…
Qué situación Jenifer! Todo mi apoyo y espero que encontréis una explicación, yo todavía no la tengo para la desaparición de Inca.
Un abrazo