Gracias a la información que me envió Cementerios de Barcelona, previo pago de la tasa municipal, he podido tener conocimiento de que el nicho donde descansan los restos de dos de mis bisabuelos se puede visitar porque sigue perteneciendo a la familia. Me han facilitado un registro de todas las personas enterradas en él y quién es el actual propietario del mismo.
Rápidamente he buscado por Internet información del descendiente, he encontrado su teléfono, he llamado sin pensármelo dos veces y su mujer no ha querido atenderme…
Me he quedado planchada.
He intentado explicarle mis intenciones y me ha dicho que no, que no quiere saber nada de mi.
¡Vaya chasco!
La señora era muy mayor y no sé si se pensaba que quería venderle algo…
En el fondo la entiendo: te llama una desconocida y empieza a hablarte de tumbas, de familiares muertos y todo junto suena bastante raro, así que no la culpo por desconfiar de mí y/o no tener ganas de hablar.
Cuando haces genealogía inversa (buscar descendientes en vez de antepasados) tienes que tener presente que algo así puede pasar.
Los muertos no pueden escoger que les investigues o no (a veces pudieron escoger qué legar y que no).
Siendo sincera creo que a algunos de mis antepasados no les haría nada de gracia lo del árbol genealógico aunque también sé que otros estarían muy agradecidos. Con los vivos hay que aceptar lo que quieran compartir. Si no quieren hablar es su decisión. Tengo un familiar de pocos grados de consanguinidad que se niega a hablar conmigo argumentando que “¡Lo que tú haces es una tontería!”.
Esta persona me ha negado por que sí una valiosa oportunidad de acceder a documentos familiares antiguos que atesora. Sé que no es algo personal, es su manera de ser. Así que he tenido que que buscar alternativas: hablar con familiares de ramas colaterales y buscar esas mismas fuentes documentales en sitios oficiales. Quizás algún día vuelva a intentar hablar con él cuando tenga un día mejor y con la señora mayor también…
Algunas personas son ariscas, a otras no les gusta remover el pasado, dicen que hay que dejar en paz a los muertos, no quieren recordar cosas malas, ni hablar mal de personas que no se pueden defender. Ante argumentos así yo trato de explicar que mi investigación familiar se nutre de los buenos momentos, no solo de desgracias.
¿Acaso nosotros queremos que queden para la posteridad nuestros asuntos más oscuros?
Yo quiero que me cuenten cómo amaban, se divertían y vivían sus seres queridos y que esos recuerdos o anécdotas perduren para las generaciones venideras.
Y también quiero que me cuenten lo menos bonito, si pueden.
¿Pero seguro que no hay que forzar a nadie a hablar de ningún asunto aunque sea vital para nosotros?
¿Hay que asumir en ocasiones que la privacidad está por delante de la investigación?
Todos tenemos derecho a proteger nuestra intimidad, claro, pero otros también tenemos derecho a conocer. Creo que la clave está en la palabra respeto, respeto por las dos partes.
Ni presionar, ni ocultar…
Ni ser una entrometida, ni tapar…
Ni cotillear, ni negar.
Un equilibrio nada fácil.
Al respecto, te recomiendo la excelente película “En la ciudad sin límites” de Antonio Hernández que habla sobre un hijo, Leonardo Sbaraglia, que descubre que tras las dementes acciones de su anciano padre, se encuentran los secretos de un pasado que su familia quiere ocultar.
¿Algún familiar se niega a colaborar en tu árbol genealógico?
¿De qué parte estás: investigación o privacidad?
Fotografía: Enrique Domínguez
Cartel: filmaffinity
Imagino que si fuera muy fácil, no supondría un reto para los que nos dedicamos a esto con pasión y por amor al arte…
Al final también se trata de un trueque (con aires moriscos) entre quienes tienen la información y los que la buscamos. Una foto, un pequeño árbol genealógico, un escrito antiguo enmarcado, un sencillo detalle…
…pero cuando las puertas tienen varios cerrojos es tan difícil.
No es fácil reconstruir una historia familiar, ya lo decías tú en tu blog: hay que tener PACIENCIA… y además, para que nuestros familiares no se sientan utilizados o forzados es necesario que se sientan cómodos y respetados. Tener detalles bonitos con ellos es un deber pero también un placer.
Llevo tres años en el estudio de la genealogia familiar y cada día me apasiona mas.
Bienvenida al club Angie!
Nosotros los investigadores de nuestra historia familiar somos considerados en ocasiones como locuelos, somos esos que buscamos “entre muertos” , también somos esos que intentamos invadir la intimidad de una familia o de un antepasado en concreto. Esto es lo que piensan algunos.
Ya sabéis lo que significa para mi la genealogía, es puro sentimiento y me imagino que a estas personas tan reacias a que descubramos su intimidad familiar tan celosamente guardada,en muchas ocasiones, nos dificulta en nuestro trabajo.
Sí que he tenido experiencias de este tipo, y la verdad es que en esos momentos pensamos si estamos haciendo lo correcto. No queremos ofender a estas personas, pero al darnos con la puerta en las narices sin un pequeño minuto de explicación de nuestro porqué en preguntar e indagar, nos sentimos un poco decepcionados en que puedan pensar de nosotros de forma equivocada.
Pero claro esto son sentimientos y como tales son particulares de cada uno. Lo que a mi me hace vibrar a otra persona le deja indiferente. Si para nosotros el conocer nuestros orígenes, nuestra familiar y sus vida y esfuerzos son momentos y sentimientos apasionantes, para otro son “tonterías” . También te escuchas eso de :”dejad a los muertos donde están” y también esa coletilla de “más vale malo conocido que bueno por conocer”. ¡ Por si acaso! .
En mis llamadas a pecho descubierto a familiares encontrados y cuando te presentas así de golpe con la historia de tu familia, muchas veces me he sorprendido y es que aquellos que pensabas que serían recelosos de contestar a tus preguntas , han sido los que más entusiasmo han demostrado e incluso gratitud por devolverles a su familia. Otros más cercanos nos han dado la espalda sin más explicación. Son la experiencias de nuestras investigaciones.
Para terminar, solo compartir que nos quedamos con los momentos buenos, esos que nos gratifican y ocultan a aquellos momentos que en alguna ocasión nos han tentado de dejar de lado nuestra inquietud de saber. Y siguen siendo los sentimientos los que en esos momentos de flaqueza nos invitan a continuar, por aquellos que fueron nuestros ancestros, por los que nos ayudan y por nosotros mismos.
Hortensia Soriano Limonge
Hola Hortensia,
Este post ya tiene un año y confieso que todavía no me he atrevido a volver a llamar ni a presentarme en casa de la señora de la que os hablaba. Me da mucho respeto. No lo descarto todavía pero he seguido reflexionando al respecto y creo que en esta vida se han de aceptar que algunas cosas son como no nos gustarían, forzar un encuentro sólo serviría para que nos volviéramos a sentir las dos incómodas.
Saludos!
Hola Mireia,
Tú bien sabes que la genealogía nos trae muchas sorpresas, y cuando una puerta se nos cierra, siempre aparece otra que se abre. Todos hemos tenido algún parón en encontrar datos o unas cartas que hemos enviado a Italia , por ejemplo , de las cuales nunca tuvimos respuestas. pero es la magia de la búsqueda de nuestras familias, la que hace que un día y así de improviso nos llegan buenas nuevas y nos alegran el alma y son noticias de hace mucho tiempo, de aquellos los nuestros y en ese momento es cuando olvidamos las “sequias” que hemos pasado. Una rama colateral que súbitamente nos enlaza con el tronco. Un familiar que nos entrega una foto, o también un buen amigo que comparte esta pasión se vuelve familiar precisamente por esas coincidencias genealógicas.
El respeto es lo primero y somos nosotros los que primero respetamos a nuestros antepasados y junto a los sentimientos forman los pilares de nuestras investigaciones.
Así que si nos dan “calabazas” en otras ocasiones nos llegan coronas de laureles. Aún así continuamos buscando familia.
Un saludo para todos.
Hortensia
Solo una pregunta, hay manera de salvaguardar tus páginas? Soy incompetente con computadora y si las pudiera salvar para futura referencia? Muchas gracias.
Hola María,
Podrías usar Pocket, http://getpocket.com, para guardarte los posts que quieres leer más adelante.
Felicidades me encantan tus posts, la verdad me siento muy identificada en especial con este artículo,yo al igual que Angie llevo relativamente poco buscando mi genealogía, apenas cumpliré 3 años.
Me he encontrado con diferentes tipos de familiares, los primeros que no tienen idea de quienes fueron los bisabuelos o tatarabuelos pero me ha ayudado mucho cuando me han contado las vivencias propias. A veces pienso si esos antepasados venian de una dimension desconocida jejeje!! porque lo unico que sé es que de ahi vengo pero no hay documento. Otra rama de la familia que yo pensé que iba tener mucha ayuda, la guardan muy celosamente como si el sacarle copia a una foto o prestar un documento para copiarle se los fueran a quitar, solo me han dicho, ” yo tengo fotos de los bisabuelos” cuando les digo si me las podrían prestar para sacarle copia solo me dicen que la persona que las tiene no las presta porque es “muy especial”. Pero hay una rama de mi familia que estan igual que yo tambien les ha dado por la genealogía y aunque no teniamos comunicación ahora que tenemos este gusto en comun me he sentido muy afortunada, me han facilitado fotos, documentos, titulos, cartas en fin ademas de las historias que se transmitieron de boca en boca. Todas esas frases que mencionas me las han dicho, “Que deje a los muertos descansar”, “Que deje el pasado y viva el presente”.
Pero bueno yo seguiré en la busqueda, gracias por este blog.
Saludos a todos.
Hola Martha!
Ya sabes lo que dicen… Mal de muchos, consuelo de tontos… 🙂
Espero que aun nos quede mucho tiempo para seguir investigando y que aquello que algunos callan (sus razones tendrán) pueda ser desvelado de otra forma y si no pues así es la vida.
Por cierto, has pensado en llevar el scanner a casa de tus familiares, así no tienes que pedir prestado nada. En este post explico qué es lo que llevo a las entrevistas: https://tataranietos.com/2013/03/11/10-cosas-que-deberias-llevar-a-una-entrevista-familiar/
Saludos
Buenas! yo iba a proponer también lo del escaner 🙂 Mireia, sólo tu sabes lo que hablaste con ella, hasta que punto pudiste explicarte… pero pienso que a parte de que ha podido cambiar de opinión o quizás solo la pillaste en un mal día, es que igual el marido piensa diferente!! (si vive) o sus hijos… Yo volvería a intentarlo una vez al menos. En tu caso creo que lo que haría, para no agobiarles, sería mandarles una carta. Ya que son mayores letra clara xD Pienso que no nombraría nada del cementerio y todo eso, puede resultarles muy turbio y extraño. Diría una mentira piadosa, que alguien te los nombró como posibles parientes.. (en el fondo es cierto, fue el del cementerio! pero el quien nos lo callamos). Darles algunos datos, que tus bisabuelos se llamaban tal, que sabes que nacieron en no sé dónde, que tuvieron tales hijos, que tu abuela se llama tal…. y ponerles tu dirección y teléfono. La pelota estaría en su tejado. Si te llaman bien, sino es lo que dices, hay que respetarlo. Te deseo suerte igualmente y te animo a intentarlo!! sobre todo antes de que sea demasiado tarde.
Vlz
Hola Vlz,
Gracias por los consejos. Sabes qué… como la casa del pariente está en mi mismo barrio, me voy a pasar una mañana de primavera y que me pongan cara, así no le daré miedo. Yo lo de las cartas nunca lo he visto claro, me da la impresión que es más fácil que queden olvidadas y el interpelado no haga nada. Soy más de teléfono.
Cuando lo haga tanto si me va bien como si no, os lo contaré.
Nos leemos!
Saludos Mireia,, a mi me ha pasado lo mismo, he avanzado bastante en mi investigación Genealógica, pero aún no logro conocer los nombres de los padres de mis bisabuelos paternos, recordé que mi abuelo tenía un primo hermano aquí mismo en mi ciudad, y seguro descendía directo de ellos, ya que tenían la misma pinta e igual oficio que mi abuelo, acudo al negocio de estas personas y le platico lo que hacía, y que solo buscaba conocer los nombres e historias del abuelo de ellos, historias que me pudieran contar para vincularlas con las de mi abuelo, me escucharon, pero, se negaron porque era yo una desconocida, di otra vuelta, llegué con mi identificación y con fotos de mi abuelo con mis bisabuelos, me pidieron les dejara las fotos que iban a analizar, que en una semana regresara, lo hice, pero igual se negaron rotundaménte, dijeron que no podían dar datos familiares a desconocidos aunque fuesemos parientes, y me devolvieron mis fotos. Me decepcioné, porque sabía que con ellos iba a encontrar valiosa información,y sigo con el vacío.-Si, es difícil introducirse en la vida familiar de parientes vivos, la sienten muy privada, y es privada.
Hola María,
Siento que te fuera así con el primo de tu padre. Mira que le dieron vueltas para decirte que no. me pregunto de qué se querían proteger.
Espero que hayas tenido más suerte con otros parientes.
Un abrazo!
Maria Guerra, no te desanimes, He estado un sin fin de años, en una situación parecida. con los padres de mis Bisabuelos. En una de las muchas visitas al AMAB (Creo que ahora a cambiado de nombre), encontre la defunción de un Bosch Blanchart, que era del pueblo del padre de mi bisabuelo. Ahí quedo el nombre, guardado en la libreta. Al cabo de un largo tiempo, en el archivo diocesano de Barcelona, encontré la boda de mis bisabuelos paternos, con gran sorpresa encontré el apellido largamente buscado, los mismos que habia encontrado en el AMAB, mi tatarabuelo se llamaba Antonio, su hermano Juan, que encima habia hecho testamento. A partir de estos datos y trabajando el AHAT, he llegado a 8 generaciones de Bosch. Cosa impemsable un tiempo atras.
Estoy de acuerdo contigo, Carles. La falta de testimonios orales complica lo que podría ser fácil pero no hace que sea imposible avanzar generaciones. Hace 15 años todo era más complicado sin Internet, dentro de otros 15 todavía habrá más facilidades.
Saludos
Mireia,dices en tu post,
“Tengo un familiar de pocos grados de consanguinidad que se niega a hablar conmigo argumentando que “¡Lo que tú haces es una tontería!”.”
Tengo un familar, que ademas es el unico familar con el que comparto mis padres. Que dice exactamente lo mismo. Hace unos meses que murió mi padre, casi me quedo sin documentos. Suerte que la mayoria estaban en Barcelona y ella está en otra ciudad.
La cantidad de papeles que guardaba mi padre, no de genealogia, propiamente dicha, sino facturas, nominas, ascensos en la empresa, escrituras de compra venta, etc. me sorprendió. Le comenté a mi hermana que queria rehacer la historia de mi padre con todo eso. Cogió un gran enojo, por decirlo en fino. Llegó a decir, que si nuestro padre hubiera hecho un diario de su vida, ella lo habria quemado Aún no he salido del impacto emocional
Un abrazo!!
Hola Carles,
Me alegro de que hayas salvado los documentos de tu padre. Supongo que si tu hermana reaccionó así fue por una razón poderosa, si es algo gratuito supongo que tiene un carácter difícil. Duele que familiares tan cercanos boicoteen nuestros esfuerzos pero tenemos que contar con ello, porque en genealogía no todo va rodado…
Saludos!
Hola Mireia, me inclino casi por lo segundo. Ademas, cumple con alguna de las leyes de Murfy sobre la genealogia. Cada vez que despues de muchas horas de busqueda, descubro, algún nombre o lugar, la respuesta es: Ya lo sabia, se llama tal y cual o como en un caso, Si, hombre si vive en mi calle, un poco mas arriba. En fin, que seria lo nuestro sin estas cosas
Hasta pronto!
Es parte del encanto de la genealogía, Carles