Amelia es una tataranieta con ganas de conocerse mejor que ha trabajado conmigo en distintas ocasiones. Me ha hecho mucha ilusión que consiguiera mis tres libros y se los leyera de una tacada. Esto es lo que tiene que contar sobre la trilogía…
Mireia Nieto escribe en sus libros de una forma muy inclusiva, abierta y sin juicio hacia todos. También muy respetuosa y ejerce una labor educativa muy importante en la que te abre los ojos para que veas que hay diferentes opciones (sexuales y de identidad, por ejemplo) y así te brinda la oportunidad de que también abras el corazón a todos los tuyos. ¡Qué importante es la aceptación en el árbol genealógico!
Es feminista justificada, yo no sabía que antiguamente se hacían árboles solo con la rama masculina, ¡y qué horror que aún haya quien lo siga haciendo!
Me siento a gusto leyendo su blog desde años pues casa con mi filosofía de las constelaciones familiares (las recomiendo muchísimo para quien quiera resolver conflictos familiares).
Además, parece ser que soy pansexual pues me enamoré de un chico que nació niña (él no se identifica ni con la etiqueta transexual ni transgénero. Él es un hombre que nació niña, así se define) con el cuál voy a formar familia.
En este tema Mireia también ayuda, pues tiene muy claro que el donante de gametos existe y no hay que obviarlo, tampoco pregonarlo ni mantenerlo en secreto. ¡Secretos los justos! Jeje es decir sólo secretillos de cosas que no vayan a repercutir en que no se entienda tu biografía si no los cuentas. Pero los secretos importantes en las familias no son sanos y en alguna generación repercutirán negativamente.
El primer libro Nuevas genealogías. Cómo abordar el árbol genealógico en el siglo XXI me parece tan educativo que debería leerse en las escuelas para evitar el bulling ya que fomentamos desde pequeños la inclusividad, el respeto y el no juicio.
El segundo libro, Aprende a hacer tu árbol genealógico, es una herramienta útil porque te dice tipos de documentos que buscar y dónde. También el tema de softwares y pruebas de ADN. Me parece interesante tenerlo de “chuletilla” para cuando te atasques en una de las ramas de tu frondoso árbol o no (ella insiste que es más importante tener mucha información de pocos familiares que una colección de cromos, digo de ancestros, de los que no sabes más que nombres y fechas hasta 1600 o más allá). Por cierto, en esto he pecado yo y seguro que casi todos en algún momento.
El último Genealogía viva. El árbol genealógico como vía de crecimiento personal describe los 10 puntos que definen la genealogía viva según Mireia. Además, es un concepto que ella misma ha inventado pues está dando un nuevo punto de vista más actual y moderno a todo este tema.
Los tres son muy fáciles de leer. No es información densa, pesada ni farragosa que cueste de entender. Además, se incluyen dibujos y frases resaltadas.
Yo no suelo leer y me he leído los tres en una semana porque esto del árbol crea adicción aunque lo cierto es que se necesita muchísimo tiempo y paciencia como también Mireia reconoce.
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