¿Cómo es posible que haya tardado más de seis años en escribir un post sobre familias políticas?
¿Es que acaso no tienen importancia en nuestra vida las familias de nuestras parejas y exparejas?
La tienen y mucho, todos lo sabemos.
Y no son un tema tabú, pero no se habla de ellos apenas más que para hacer gracias sobre suegras malvadas y cuñados muy cuñados.
Lo primero que me gustaría decirte al respecto es que estaría muy pero que muy bien que incluyeras en tu árbol genealógico a tus suegros, cuñados y sobrinos, ya sé que pensarás que entre tú y ellos no media una relación genética (a menos que te hayas emparejado con un primo más o menos cercano), pero si en tu genealogía das un lugar a tu pareja, allí tienen que estar. Ellos fueron o son parte de tu sistema familiar y merece la pena que aparezcan por al menos dos razones:
1) para que hagan compañía a tu pareja que tengo que recordarte no llegó hasta a ti de la nada, tiene una genealogía.
2) porque suegros, cuñados y sobrinos hablan de tu pareja, también de tus hijos y nietos si los tienes y aunque te cueste admitirlo, de ti también.
¿Qué te atrae de la familia de tu pareja?
Elegimos a nuestras parejas porque tienen o expresan algo que nos atrae, muchas veces no sabemos decir qué es exactamente ya que la atracción es inconsciente, pero ya te digo yo que lo que te ha enamorado de él o de ella suele estar relacionado con su familia.
Nuestras parejas son en parte, por su genética y en parte por la manera que han sido educados.
Y nosotros nos sentidos atraídos por un físico (un rostro, una complexión) y una forma de ser (unos gestos, un discurso) que se explica por las personas a las que debe tanto lo uno como lo otro.
Así que aunque es cierto que escogemos a él o a ella como pareja, y no a su familia, esta viene de bonus track con él o ella.
Estoy pensando que quizás si te has resistido hasta ahora a incluir a tus padres y hermanos políticos es porque tienes una relación tensa con ellos.
Quizás sientas que ellos son los primero en excluirte a ti de su genealogía y les pagas con la misma moneda.
Bueno… Si ahora tienes una mala relación con tus suegros y/o cuñados esa no es razón para no reconocer que existen.
De hecho, incluirlos en tu genealogía puede ser un primer paso para reconciliarte con ellos.
Analiza a tu familia política
Interesarte por sus biografías puede ayudarte a conocer por qué son cómo son ellos y tu pareja, qué dinámicas han operado en esta familia que ha hecho que cada miembro haya ocupado un determinado rol y muy importante: eso te ayudará a saber qué representas tú para ellos.
¿Quizás eres una amenaza para la estabilidad familiar porque aportas aire fresco?
Puede que justo haya sido eso lo que tu pareja ha buscado en ti.
¿Tal vez vean en ti a otra persona que ya no vive y te traten como a ella?
¿Quizás te excluyen para sentir más unidad entre ellos?
Siempre hay un motivo por el cuál estáis como estáis en este momento.
Analiza la situación en la que te encuentras con ayuda de tu árbol genealógico y diseña estrategias para superar el conflicto, eso a veces no significa que la otra parte deje de estar en guerra contigo, pero rebaja la tensión. Recuerda esta frase:
Dos no se pelean si uno no quiere.
Si necesitas ayuda con el análisis, podemos tener una sesión de acompañamiento vía videoconferencia.
¿Incluyes a tu familia política en tu genealogía?
¿Qué tal te llevas con ellos?
PD: “Los padres de ella” y sus secuelas “Los padres de él” y “Ahora los padres son ellos” son comedias genealógicas muy divertidas sobre la integración en la familia política. Te las recomiendo.
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