La genealogía es una disciplina que si bien durante muchos años ha servido para que familias pudientes mostraran su pasado ilustre y sin mácula con orgullo y ostentación, debería democratizarse de una vez y por supuesto utilizarse más a menudo para hablar de diversidad familiar en las aulas.
Aunque algunos genealogistas todavía sigan investigando linajes, apellidos y escudos, otros como yo, creemos que la genealogía contemporánea debe convertirse en una herramienta transversal para servir a todos y a todas sin excepción tengan las familias y los orígenes que tengan.
¿Por qué no se habla más de genealogía en las escuelas?
La genealogía no es un tabú pero está desaprovechada, no todas las familias se ponen con el tema ni todas las escuelas se atreven con ella. En infantil no es muy pertinente ponerse con estos menesteres pero a partir de primaria cualquier momento es bueno, es más, no se puede dejar para los últimos cursos.
La genealogía entra en las aulas según la voluntad de los educadores y me consta que hay quien propone actividades relacionadas muy interesantes. Mi amiga Yvelisse me envío fotos de su hija con las cartas de su familia que había dibujado en la escuela, ¡mil veces mejores que las de Pokémon!
Sebastián Molina Puche realizó un estudio del uso de la genealogía en los libros de primaria y concluyó que se desaprovechaba una excelente herramienta transversal no sólo para el estudio de la historia sino para hablar de diversidad familiar y afectiva algo muy importante para la construcción de la identidad de los chavales. Es clave que nuestros hijos hablen de su familia sin miedo, tenga los miembros que tenga y sea como sea.
Aprovecho para enseñaros un árbol genealógico hecho por Martina, una niña de 9 años y otro hecho en familia que me han enviado un seguidor del blog (puedes enseñarme el tuyo si quieres y lo publicaré):
La genealogía también sirve para abordar los duelos, así los peques pueden dar un lugar a los familiares muertos que echan de menos y también sirve para hablar de la muerte y el ciclo de la vida.
Necesitamos más genealogía en primaria y secundaria. María Cristina Tenorio también reflexionó sobre la importancia y los beneficios de conocer los orígenes familiares para los niños en su trabajo “Saber genealógico de niños y niñas entre 6 y 7 años”.
¿Será que no queremos hablar de la Guerra Civil y la Dictadura?
Porque sabemos que vamos a tener que hacerlo si en el árbol genealógico salen abuelos y bisabuelos y no suele apetecernos porque no sabemos cómo abordarlo.
¿Será que no sabemos cómo abordar el tema de la diversidad familiar para no ofender a las familias más conservadoras?
Estas son mis dos teorías porque si otros contenidos más cuestionables y sobre todo menos útiles se imponen porque son pedagógicos no se entiende que el árbol genealógico no se incluya en el currículum escolar, se puede tocar en casi todas las asignaturas, sobre todo las sociales.
Es verdad, que leo en Twitter muchos mensajes de adolescentes quejándose de la tarea de tener que recopilar información sobre su familia (bastante tienen con soportarla…) Quizás reaccionan así porque con 13 ó 15 años no es el momento en el que tienen más ganas de hablar con su familia, aunque a ningún chico le va mal tener una charla sincera con sus padres y abuelos.
El problema no es el árbol genealógico sino hacerlo con un esquema rígido
He escuchado quejarse a algunas familias de que en la escuela se obligue a los niños y niñas a hacer su árbol genealógico, he escuchado pedir incluso que se deje de tocar el tema en clase lo cual me preocupa.
Sé que están hartos de arbolitos, no les quito razón, es más, entiendo el enfado de familias adoptivas, acogedoras, monoparentales y homoparentales cuando sus hijos les explican que les toca rellenar plantillas como estas que aparecen en Google buscando el concepto “árbol genealógico” y aunque les entienda sé que el problema no es la genealogía en sí, sino la idea caduca que los educadores (y la sociedad en general) tienen de ella.
Este tipo de plantillas son un recurso facilón, se descargan en un plis de Intenet, se hacen fotocopias y se reparten sin pensar si son adecuadas para los alumnos. En realidad son una ofensa para los pequeños y sus familias ya que obligan a corregir términos de parentesco si la familia es homoparental, dejar en blanco una parte del esquema si es monoparental o dejar fuera a miembros importantes de la genealogía si es adoptiva, de acogida, enlazada, o es triparental o cuatriparental (sí, se puede tener más de dos progenitores).
El modelo de familia biparental y heterosexual ha acabado convirtiéndose en el modelo hegemónico después de siglos de imposición de heteropatriarcado y goza por ello de privilegios, pero ni es el único modelo y menos el mejor y por lo tanto en las escuelas inclusivas no deben tomarlo como estandarte para desplazar y marginar a las demás.
Y no se trata de conseguir plantillas con todos los modelos habidos y por haber (yo las tengo pero aun así son limitadas), sino de optar por un modelo de árbol genealógico adaptado a todo tipo de familias, en el que no haya jerarquías y no haya limitaciones de miembros.
Para eso basta con que cada alumno dibuje su árbol genealógico como quiera, partiendo del tipo de árbol que más le apetezca: pino, roble, cerezo, ciprés, baobab, etc y en el que distribuya a los miembros de su genealogía como le apetezca, en el tronco, en las raíces o en las ramas, dibujando a sus familiares y parientes en el tamaño que desee o escribiendo sus nombres. Es decir, que tenga total libertad en la forma y en el fondo sin que se le imponga quién tiene que aparecer.
Otra opción: las redes genealógicas
Si aún así la idea de árbol genealógico sigue sin gustar, podemos cambiarla por la de red genealógica, un concepto que he acuñado yo y que sé que costará de implantar en la sociedad, por eso entiendo que convivirá por siempre con el de árbol genealógico.
La genealogía es una red de parentescos, de genética y de afectos, no un camino recto y no deja de ser un mapa mental que conviene conocer lo mejor posible para saber quienes somos.
Yo las tengo y ayudan a los pequeños a recrear y diseñar su genealogía a medida, si lo necesitan pueden dibujarse más círculos y utilizar hojas con anexos.
Hablemos de genealogía, ¡pero de verdad!
Lo que en realidad estaría más que bien es que la tarea de “hacer el árbol genealógico” viniera acompañada de una charla sobre genealogía en la que se hablara de antepasados, del concepto familia, de los diferentes modelos que existen, de diversidad, de identidad, de genética, de crianza, de orientación sexual y de técnicas de reproducción asistida (lo ideal sería que los educadores hicieran ellos una formación previa trabajando sus creencias, sus miedos y sus propios orígenes).
Yo misma he hecho talleres mitad teóricos y mitad prácticos para niños y niñas entre 7 y 12 años y el resultado ha sido maravilloso: niños y niñas motivados dibujando, coloreando, redes llenas de mascotas y amigos de clase (porque los amigos y los animales también forman parte de nuestras familias) y que acaban teniendo preguntas interesantísimas que hacer a sus padres y abuelos.
En uno de los talleres me emocioné cuando una niña expresó con determinación por primera vez delante de sus compañeros que tenía dos madres y un padre, una declaración que fue acogida con normalidad.
De este tipo de talleres los menores deben irse con la idea de que el árbol o la red puede ampliarse con nuevos nombres y nuevas relaciones, que la genealogía está viva, no es rígida y estática, por eso se llevan su recreación a casa para compartirla con sus familiares con el fin de que se genere un diálogo sobre el pasado y el presente familiar (las genealogías que representan los hijos no tienen porque coincidir con la de sus progenitores o tutores).
La genealogía tiene que estar al servicio de todos y todas, tengan el número de progenitores que tengan y repito, tengan los orígenes que tengan.
Dejemos a un lado la rigidez y abracemos la realidad.
Si quieres que vaya a tu escuela o a la escuela de tus hijos a hacer uno de mis talleres de genealogía viva infantiles o para educadores, escríbeme.
Y si deseas saber más sobre diversidad familiar te recomiendo mi primer libro “Nuevas genealogías. Cómo abordar el árbol genealógico en el siglo XXI”.
Siendo una persona que llevo mas de cuarenta años haciendo genealogía de nuestros ancestros y maternalmente hemos llegado a niveles tan altos como lo es llegar a Roboam uno de los hijos del rey Salomón. Considero que hay que motivar a los niños a ir formándose la idea de quienes son sus padres y abuelos es un buen principio para que entiendan lo que es el árbol y ellos mismos hagan su primer ejercicio llegando a casa y preguntándole a sus padres por ejemplo “Papi quienes eran tus abuelitos” una forma simple y sencilla de que ellos pueden subir a un nivel mayor que solo diciendo quien tu tu abuelito que es demasiado simple y fácil. Por lo tanto considero que lo que están haciendo tiene gran valor genealógico.
Hola Sergio,
Ojalá en casa y en las escuelas se estimule el conocimiento de la genealogía de los niños, sin presiones y sin mentiras.
Saludos
Me encanta la idea de red genealógica! Traspasa el concepto tan estereotipado del arbol genealógico, da una visión mucho más amplia, más moderna, adaptada a nuestro tiempo. Conseguir que los niñ@s tengan sus inicios y empiecen a dibujar así su red genealógica me parece un gran avance y sobretodo que les haga formularse muchas preguntas sobre su familia. Genial!
Hola Ana,
Me alegro de que te guste la propuesta de red genealógica!
Un abrazo
En nuestro Blog ( http://gencandelaria.blogspot.com.es ) y especialmente en nuestro perfil de Facebook (https://www.facebook.com/candelaria.genealogia) , ya hemos abordado este tema, y realizamos una publicación de como una familia abordó su DIVERSIDAD FAMILIAR.
Las personas DEBEMOS indagar en nuestro pasado para aprender que lo que hoy vemos, o nos han hecho ver, como algo “no normal”, en el pasado nuestras familias, también pudieron ser familias monoparentales, adoptivas, acogedoras e incluso contamos con referencias orales de familias homoparentales.
La genealogía no es un problema, la forma de abordarla es el problema.
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=269672660146096&set=a.224244958022200.1073741828.100013100916023&type=3&theater
Hola,
Me alegro de que esteis de acuerdo conmigo y trabajéis a favor del respeto a la diversidad familiar.
Saludos
Me encantó la idea, soy docente en Argentina y muchas veces se deja de dar el tema de los ancestros para no problematizar a los niños, lo toma para ponerlo en práctica!!!
Hola Alicia,
Me alegro de que el post te sirva para que la genealogía deje de ser un tabú en tu escuela.
Saludos
¡Me ha encantado tu propuesta! Trabajo el desarrollo de la noción de tiempo histórico en niños a partir del arte plástico y encuentro en las redes genealógicas una grandiosa vía para hablar sobre el tiempo personal combinado con este tipo de lenguaje, debido a que permite la flexibilidad en tanto el contenido propio de las redes, como en el modo de representarlas. ¡Muchas gracias por tu aportación!
Hola Miroslava,
Me alegro de que te resulte valiosa mi propuesta de trabajo con el árbol genealógico en las aulas.
Saludos
El ser humano debe ser agradecido con sus ancestros, y cultivar el valor y la importancia de una familia unidad, en los momentos de crisis una relacion familiar fuerte seran el mejor apoyo. Gracias por su excelente pagina. Saludos desde Peru.
Hola Pablo,
La genealogía es uno de los pilares de cada individuo aunque muchos no lo sepan, conocer la nuestra y honrarla es de gran ayuda para saber quiénes somos.
¡Un abrazo!