¡Uau! Menuda frase hecha he decidido analizar:
“Honra merece quien a sus antepasados se parece”.
No parece una frase muy digna del siglo XXI, ¿verdad?
Empiezo por la primera palabra: Honra, buf, una palabra densa…
El concepto de honra es un lastre.
La honra solo ha servido para crear conflictos.
La honra familiar, que casi siempre recaía en las mujeres, es algo de lo que nos tenemos que deshacer con urgencia.
La honra ha equivalido durante muchas generaciones a un pésima mezcla de honor y orgullo tal y como refleja Calderón de la Barca en su obra de teatro…
La honra ha llevado a muchas mujeres a sentirse culpables por su sexualidad y a recibir mensajes continuos con el fin de reprimir su vida afectiva. De su autocontrol dependía el buen nombre de su familia, tener relaciones antes o fuera del matrimonio era juzgado con severidad porque mancillaba su reputación, la de sus parientes y hasta la de sus muertos. Si además, quedaba embarazada podía ser repudiada tanto por su familia como por sus paisanos.
La honra ha conducido a muchos hombres a defender su propio nombre y el de su familia con violencia extrema (me estoy dando cuenta de que hablo en pasado cuando la realidad es que muchas personas siguen creyendo que la buena imagen de uno mismo y de la familia depende de la fiscalización de la vida sexual de las mujeres que les rodean y que por ello vale la pena realizar un crimen de honor).
La película Lady Macbeth refleja bien esa realidad…
Otra cosa es el verbo honrar que significa mostrar respeto, consideración y admiración a otros.
Eso está más que bien si así lo sientes (no todos tus antepasados tienen porque caerte bien).
Honrar sus vidas, darles las gracias por sus contribuciones y respetar sus destinos es saludable y cada uno tiene que encontrar la manera de hacerlo a su manera.
Pero pedir a nuestros antepasados su aprobación autolimitándonos no nos lleva a tener una buena vida.
Lo vintage está muy bien pero una vida vintage no tiene mucho sentido.
¿Quién desea genuinamente parecerse a uno de sus tatarabuelos? ¿Quién anhela tener una vida parecida a la que vivió su bisabuela?
Costaría encontrar alguien que quisiera conscientemente honrar a sus ascendientes copiando su vida y su obra. Inconscientemente eso pasa y justamente es lo que nos bloquea.
Llevamos a nuestros antepasados cercanos y lejanos en nuestros genes, somos gracias a ellos, pero estos muertos desde el más allá no pueden obligarnos a hacer nada que no queramos hacer. A ellos tampoco les gustó que otros coartaran su libertad con normas obsoletas.
Hola!!! Pues si honrar es recordar con cariño las cosas buenas que me apropié, sí. Si es tratar de continuar cada una de las cosas que me enseñaron, claramente no. No todos hemos tenido la suerte de tener ascendientes ejemplares y reproducirte no te convierte mágicamente en buena gente.
Igual a mí lo de la honra me suena a concepto a utilizar por familias “importantes” para utilizar en situaciones tipo “recupera Silesia, tu cuarto abuelo Federrrriko luchó para conseguirlo” 😁😁😁
Saludos Mireia 🙂🙂🙂
Hola Imor,
Qué bien lo resumes tú! Coge lo que te sirve y haz tu propio camino.
¡¡¡Me has hecho reír con lo de Silesia!!!
Muy bueno el artículo, mi honra hacia mis antepasados consiste en agradecerles la vida que nos transmitieron, el coraje de dejar todo en su tierra natal, sabiendo que nunca más volverían y arriesgarse a lo nuevo que les esperaba en una nueva tierra. Soy nieta de inmigrantes europeos y siempre admiré esto de mis abuelos, aunque a algunos de ellos no llegué a conocerlos… Entiendo que honrar los ancestros es aceptar de donde venimos sin cuestionar, ya que no sabemos las razones ni los motivos de lo que pasó y lo que ellos vivieron… Honrar a nuestros antepasados es saber que somos parte de ellos, es aceptar nuestra historia, tratar de mejorar lo que se puede y caminar hacia la vida de la mejor manera…
Hola María de las Mercedes,
Gracias por tus reflexiones. Un apunte: creo que cuestionar nuestras raíces es algo que es aceptable, podemos cuestionar la moral, la ética y los valores de nuestros padres, de abuelos, bisabuelos, etc. Otra cosa es no aceptar lo que fue.
Un abrazo