¿Hay algún asunto en tu vida que no te gusta y se repite, se repite y se repite?
Quizás te estés tropezando con la misma piedra, pero no una piedra cualquiera, una con la que otros familiares ya se tropezaron décadas atrás.
En mis sesiones de acompañamiento y en mis talleres siempre busco en los árboles genealógicos que dibujan los tataranietos interesados en mejorar algún aspecto de su vida si ese asunto ya ha ocurrido antes en su sistema familiar, es decir si ese tema se repite porque no se ha podido superar con el paso del tiempo.
La verdad es que no me cuesta mucho encontrar bloqueos referentes a situaciones personales, amorosas, económicas y profesionales que tienen que ver con otros iguales o similares pero protagonizados por padres, abuelos o bisabuelos.
En una de mis sesiones tú podrías ser consciente de que acabar con el mismo tipo de parejas con las que rompes abruptamente es un calco de la relación que tuviero tus abuelos paternos y que tanto afectó a tu madre.
En uno de mis taller podrías darte cuenta de que tus tres ruinas económicas están ligadas a la gran pérdida de patrimonio que tuvieron tus abuelos maternos durante la postguerra.
O que esos accidentes de trafico que habéis tenido tú y tus primos en un determinado mes del año coinciden con la muerte prematura de un bisabuelo.
Podría decir que busco las piedras con las que las distintas generaciones de una misma familia se han acabado tropezando misteriosamente.
¿Y cómo me fijo en estas piedras?
Lo primero es detectar el patrón de repetición.
Si no te estás dando cuenta de que repites una situación pues te parecerá simplemente un hecho molesto de tu biografía y ya está.
Tienes que tomar consciencia de que otros familiares han pasado por lo mismo antes que tú.
Parte de mi trabajo es poner luz a repeticiones que pasan desapercibidas por ser demasiado cotidianas, demasiado familiares.
Lo segundo es buscar si existe un porqué oculto en ese comportamiento o suceso repetido que tenga que ver con tu familia.
Hay temas recurrentes de tu vida que son fruto de tu biografía y no tienen que ver con tu familia, es verdad, pero está bien cuestionarse si eso que has experimentado y que no te ha agradado está ligado a algún trauma o asunto espinoso de tu pasado familiar.
Y lo tercero es trabajar para romper con la necesidad de repetir.
La clave está en responder a la pregunta ¿Qué sentido tiene que vuelva a ocurrir este hecho en la familia? Y una vez obtenida la respuesta buscar una manera más positiva de resolver ese conflicto que repetirlo.
Y puede que no le veas ningún sentido trascendente a la repetición familiar, eso es posible, porque a veces solo copiamos lo que conocemos en nuestro entorno sin más, estamos programados para copiar, no para innovar, si no hay un para qué, entonces simplemente tendrás que trabajar tu fidelidad familiar.
Que sepas que aquí me tienes para ayudarte en estas tres etapas de autoconocimiento.
¿Cómo se llama la piedra familiar con la que tropiezas?
¿Has descubierto algún sentido al tropiezo reincidente?
Foto: pexels.com
Deja una respuesta