En Internet hay muchas páginas sobre heráldica ligada a los apellidos que me horrorizan, recuerda que son un timo, por eso cuando descubrí la web del heraldista Antonio Salmerón, Blason.es, me decidí a escribirle para contarle lo mucho que me había gustado. Antonio es Craft Member de la Society of Heraldic Arts y ha escrito para tataranietos un artículo muy completo que reflexiona sobre la libertada en el arte del blasón.
El blasón, la lengua que hablan los escudos
Un blasón es la descripción conceptual y abstracta de un escudo de armas y permite tantas interpretaciones concretas como artistas heráldicos diferentes lo pinten.
Esta descripción se realiza en un lenguaje formal, que también se llama blasón, que aunque se apoya en lenguajes como el castellano, el inglés, el francés, el italiano, etc., tiene un vocabulario propio, fundamentalmente en lo relativo a los nombres y los adjetivos, y, a veces incluso, estructuras gramaticales que pueden diferir de la de los lenguajes en los que se apoya.
Creo que se observa, como veremos, más cercanía entre los lenguajes blasón de los diferentes países del mundo que entre las lenguas propias de estos países.
El blasón lo escriben los humanos y los llamados heraldistas lo emplean cuando crean o describen un escudo de armas, pero al hacerlo el punto de vista desde el que se hace no es el del heraldista sino el del propio escudo de armas, de esta forma, se podría decir que el blasón es el lenguaje que hablan los escudos cuando se describen a ellos mismos para darse a conocer.
Blasón y logotipo, una diferencia esencial
Frente a lo anterior, un logotipo, y más aún cuando corresponde a una marca comercial, es una descripción cerrada y rígida de colores, dimensiones, proporciones, tipos de letra, etc. que sólo permiten una única representación visual, sin dejar más espacio ni al arte ni a la imaginación.
Por tanto, en el caso del logotipo el arte sólo lo puso su creador original, no permitiendo el titular del logotipo más arte que este y mientras él no decida introducir nuevos cambios. Sin embargo, el blasón y su titular permiten que el arte fluya y, en muchos blasones, el arte ha fluido a lo largo de los siglos.
Por ello, se podría decir que la descripción de un «logotipo» especifica el «cómo» hay que hacerlo y el «blasón» especifica el «qué» quiere el titular que tenga su escudo, dejando libertad a cada artista para elegir el «cómo» hacerlo siempre dentro de las leyes de la heráldica cuyo objetivo fundamental es ayudarnos a realizar escudos estéticos y armoniosos.
No deja de sorprender que el concepto de blasón, que nos viene de la Edad Media, contribuya más a la expresividad y a la libertad artística que el concepto de logotipo al que nos tiene acostumbrados el marketing actual.
Vamos a ilustrar estas ideas, sin ánimo de ser exhaustivos, con tres ejemplos, en especial en cuanto a las formas exteriores, los diseños del interior y el timbre.
Libertad en la forma exterior
Estos cinco escudos de armas, y otros muchos más que se nos pudieran ocurrir, corresponden todos al mismo blasón, que en castellano se escribe:
Escudo palado de seis piezas de azur y oro;
una banda de azur brochante sobre el todo.
Y en italiano de una forma muy similar:
Palato d’azzurro e d’oro di sei pezzi,
alla banda del primo [azzurro] attraversante sul tutto.
El blasón no nos obliga a una determinada forma exterior: el escudo puede ser como el 1º, al que muchos llaman escudo español, si bien prefiero llamarle de medio punto pues también es la forma más frecuente en Portugal e Hispanoamérica, puede ser como el 2º, al que muchos llaman francés antiguo, si bien prefiero llamarle apuntado pues es frecuente en otros países como en el Reino Unido o cualquier otra forma y las reglas de la heráldica nos dicen que hay proporciones armoniosas, entre ellas, la razón 5 / 6 entre la base y la altura del escudo que es la que sigo usualmente.
También nos da libertad a pintarlo en tintas plana, como el 1º de los escudos y que es la manera más pura de hacerlo o de pintarlo como los otros 4 escudos, con algo de volumen, que es como más suelen gustar.
Este blasón lo que nos dice es:
que tracemos 6 palos verticales y las reglas de la heráldica a que todos sean del mismo ancho por simplicidad y estética,
que los pintemos del azul y amarillo que nos guste en la secuencia azul, amarillo, azul, amarillo… y las reglas de la heráldica que todos los azules sean el mismo azul y todos los amarillos el mismo amarillo y nos lo dicen también por simplicidad y estética y
que pintemos encima de todo una banda de azul y las reglas de la heráldica que la banda es un rectángulo diagonal desde la diestra del jefe hasta la siniestra de la punta y que si su ancho es 1/3 del ancho de la base seguro que nos quedará bien.
Nótese que, como decíamos al principio que los escudos se describen a sí mismo, de esta forma:
la diestra es la del propio escudo, esto es, la izquierda desde el punto del observador,
la siniestra es la del escudo, por tanto, la derecha del observador,
el jefe es su parte superior y
la punta la base del escudo.
Libertad en el interior
Estos cinco escudos de armas, y otras interpretaciones que podamos hacer, corresponden todos al mismo blasón, que en castellano se escribe:
Escudo de plata,
un cabrio de sinople, ondado, entre
tres cruces armiñadas de sable.
Y en ingles de una forma muy similar, con la peculiaridad que en inglés los nombres y los colores se inician en mayúsculas.
Argent,
a Chevron wavy Vert between
three Crosses erminée Sable.
Nótese que aunque los blasones se suelen escribir en un solo párrafo, me gusta romperlo en líneas, como si fueran poesías, pues ello ayuda a su lectura, a ver su estructura y a comprobar el paralelismo entre los diferentes idiomas.
Este blasón deja a criterio del artista: la elección de su verde, que llamamos sinople, la forma concreta del cabrio, que es la V invertida, el largo y profundidad de las ondas del cabrio y el cómo representar las colas de armiño que forman la cruz. Las reglas de la heráldica nos orientan sobre cómo trazar los cabrios para que queden proporcionados, usualmente en función bien del ancho o del alto del escudo, y sobre cómo se han de distribuir las tres cruces de colas de armiño alrededor del cabrio, dos en jefe, la 1ª a la diestra y la 2ª a la siniestra y una 3ª en la punta, para que el cabrio quede bien rodeado.
Obsérvese que en inglés el verde del blasón se dice Vert, como en francés y parecido al verde castellano, y no green como cabría esperar y que los adjetivos se ponen después del nombre, y no antes como indica la gramática inglesa.
Libertad también en el timbre
Finalmente, en la siguiente imagen se muestran tres escudos con timbre, que es el ornamento exterior del escudo, que son tres interpretaciones diferentes del mismo blasón, en tintas planas y con volumen, con diferentes formas del escudo y con distinta elección del Sinople, verde, tanto entre ellos como con respecto al del apartado anterior, y con el lema en letras mayúsculas y arriba, al estilo escocés, aun cuando el blasón lo escriba en minúsculas.
El blasón en castellano, con aclaraciones entre corchetes para facilitar su lectura, es:
Escudo de sinople [verde] mantelado en punta [triangulo inferior] de oro,
en jefe [arriba] un sacabuche de oro puesto en faja [horizontal] y
en punta un cardo tallado [tallo] y hojado [hojas] al [en su color] natural.
Por timbre:
Un pechiazul al natural sobre
un burelete [adorno trenzado de 2 pañuelos de seda] de oro y sinople.
Lema: Less is more.
El blasón inglés es:
Per chevron Vert and Or
in chief a Sackbut [antique trombone] fesswise of the last [Or] and
in base a Thistle slipped and leaved Proper.
For crest:
A Bluethroat Proper perched upon
a Wreath of Or and Vert.
Motto: Less is more.
¿Quieres tener tu propio escudo?
¿Qué te gustaría que apareciera en él?
Imágenes: Dr Antonio Salmerón
Buenas tardes. Me han recomendado que contacte con ustedes. Quisiera conocer el orígen de un escudo familiar del 1023 orígen de una parte de la familia al parecer. Cuanto me costaría también.