“Los archivos, materia y memoria, están llamados a ocupar un espacio relevante en la gestión de la información actual, pero también en la lucha contra la amnesia colectiva que afecta a nuestro pasado reciente y remoto”.
Alguien, no recuerdo quién, me recomendó la lectura de ¡Archívese! Los documentos del poder. El poder de los documentos escrito por Ramón Alberch Fugueras y José Ramón Cruz Mundet y publicado por Alianza Editorial en el año 1999. Ha pasado más de una década desde su publicación y los temas que trata ¡Archívese! siguen penosamente vigentes.
Parece que en materia de archivos no se hayan producido muchos cambios. Es verdad que Internet ha revolucionado un poco el panorama haciendo accesibles algunos archivos pero francamente son solo unos pocos, queda mucho por hacer para que los archivos dejen de ser unos lugares que causan respeto.
“Los documentos, bajo su apariencia inocua, esconden en primera instancia unos indudables valores administrativos, jurídicos e informativos que les confieren, en muchos casos, un poder auténticamente demoledor”.
Todavía hoy la gente se pregunta si se necesita un carnet de investigador para consultar archivos públicos…
No, no hace falta.
Todos los ciudadanos tenemos derecho a acceder a ellos, como bien dice la Constitución en su artículo 105 b, la ley regulará:
“El acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas”.
En España tenemos una reciente Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno que no parece que se aplique mucho, se ha quedado en una declaración de intenciones, también la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, ambas conviven con la Ley 9/1968, de 5 de abril, sobre secretos oficiales que es pre-Constitucional y hace referencia ¡¡¡al Consejo Nacional del Movimiento!!! Gracias a esta última investigadores y particulares se ven forzados a reclamar su legítimo derecho de acceso hartos de trabas y secretos eternos que bloquean el conocimiento del pasado, sobre todo el pasado reciente.
En muchas ocasiones se utiliza en nuestra contra indiscriminadamente leyes para denegarnos el acceso a determinados documentos. He tenido que escuchar a una funcionaria de un pequeño pueblo explicarme que no podía consultar los padrones del año 1900 porque estaban protegidos por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Menos mal que conocía el contenido de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español y pude decirle que no tenía razón.
Con sinceridad, me cansa que archiveros, párrocos y funcionarios me intenten colar una mentira para no hacer su trabajo o proteger lo que entienden que será una invasión a su patrimonio. Me agota tener que exigir mis derechos pero lo hago por mí, por mis clientes y por los que vengan detrás y puedan ahorrarse el mal trago.
“Un usuario basa sus investigaciones, pues, en la documentación que ha perdurado, y en este sentido el interés y trascendencia de sus investigaciones son directamente proporcionales a la cantidad, la calidad y la diversidad de las fuentes documentales que se conserven y, aspecto muy importante, que sean accesibles”.
Dependemos de los archivos, de los documentos que se haya querido conservar en ellos, de los archiveros, así que valorémoslos y apostemos por ellos.
¿Cuál es tu experiencia en archivos?
¿Te han denegado el acceso a algún documento?
Imagen: Alianza Editorial
Hola Mireia. SÍ, a mi me han denegado el acceso a unos libros parroquiales en un pequeño pueblo (aunque tuvieron a bien dejar consultarlos en el transcurso de una misa,después de explicar que había realizado un viaje de más de 800km), bajo el pretexto de que tengo que pedir por escrito un permiso al vicario general de aquella diócesis, pero no puedo pedir un permiso para cualquier parroquia, tengo que hacerlo para cada uno de los pueblos y parroquias que quiera visitar.
Hola David Fidel,
Tuviste muvcha suerte. Para consultar los archivos parroquiales siempre hay que concertar cita previa, los párrocos tienen muchas obligaciones… En algunas parroquias querrán asegurarse que tienes el visto bueno de la diócesis y que te dan permiso desde arriba para evitarse problemas.
Saludos