De nuevo, el duo formado por el escritor Dino Lanti y el ilustrador Daniel Montero Galán miembros del proyecto de Materia Dispersa me han inspirado una entrada del blog, ¡gracias chicos por vuestras creaciones semanales!
Leemos en la viñeta ¿Y si fuese de las ramas desde dónde crecen los árboles?
Eso es lo que tienen los árboles: raíces y ramas, pero no sólo raíces y no sólo ramas, también poseen tronco, flores, frutos y hojas.
Solemos decir que nuestros orígenes tienen raíces y que pertenecemos a una rama determinada. El árbol genealógico es una metáfora de la genealogía, podíamos haber escogido otra a lo largo del tiempo pero esta es una representación universal de cómo nosotros somos fruto de muchos otros que estuvieron antes.
Los árboles se mantienen fuertes y sanos gracias al trabajo de sus raíces pero también a que en sus ramas nacen hojas que recogen el sol. Todo en el árbol es importante, las partes del árbol trabajan en equipo.
¿Puede crecer un árbol genealógico cuando nos vamos por las ramas?
Puede, de hecho genealógicamente hablando un árbol siempre crece y crece cuando nos vamos por las ramas.
Yo disfruto muchísimo descubriendo e investigando parientes colaterales porque lo importante no es llegar lo más lejos posible en el tiempo sino profundizar en la historia familiar.
Me gustan los árboles con una copa frondosa pero eso sí, que no sea a costa de coleccionar ancestros sino de un genuino interés. De nada sirve tener 1.000, 2.000, 10.000 personas agrupadas de cualquier manera en una genealogía.
Así, que si nuestro árbol es pequeño y despoblado pero sano, da igual.
Raíces y ramas, ramas o raíces. Todas son importantes
¿Te gusta la viñeta?
¿El árbol crece desde las ramas?
Viñeta: materiadispersa.blogspot.com.es
El árbol crece como cualquier ser vivo, desde cualquier espacio proclive a crecer. Raíces, ramas que generan frutos, que llevan dentro de si la potencialidad, la semilla de ser arboles. El crecimiento depende del proceso en le cual el agricultor se encuentre sumido: cavando alrededor de las raíces, podando las copas altas, recogiendo los dulces frutos de la cosecha.
Gracias por tu hermosa reflexión, Jesús Gustavo, es muy poética.
Un abrazo!