Vulnerabilidad y compasión, las aliadas para superar el pasado

Vulnerabilidad y compasión, las aliadas para superar el pasado

Vulnerabilidad y compasión… ¡2 temazos!

Quería escribir un post para cada una de las protagonistas del título: vulnerabilidad por una parte, un concepto en el que llevo profundizando hace tiempo y compasión por la otra, un asunto al que he prestado atención más recientemente.

Al final he decidido hacer un post conjunto porque creo que la vulnerabilidad y la compasión merecen ir de la mano.

Son un combo maravilloso para la vida en general y en particular para los asuntos que no logramos superar del pasado.

Sobre la vulnerabilidad

No te voy a dar una definición de diccionario.

Prefiero decirte como la veo yo: vulnerabilidad es la capacidad de saberse, aceptarse y mostrarse imperfecto y frágil.

Es alejarse del modelo de dureza, impertubabilidad y rectitud que se pide en muchas familias para poder expresarse más miedosos, más tiernos, más tristones… Menos hegemónicos y más auténticos.

Vulnerabilidad es exponer tus sombras con calma, o no, también puedes estar muy removida, con la esperanza de conectar con la empatía y la humanidad de otras personas.

Digo esperanza porque no siempre van a acoger tu franqueza con los brazos abiertos, hay quien verá tu vulnerabilidad como una oportunidad para aprovecharse de ti, atarcarte y volcar sus frustraciones.

Vulnerabilidad es sinceridad y humildad, una expresión auténtica de quién somos, que lejos de ser vergonzosa, es una fortaleza, una muestra de coraje, aunque no se interprete siempre así.

Pero vuelvo a repetir: hay que aceptar que no va a ser bien acogida por todo el mundo. No todas las personas, sean familiares, compañeros de trabajo, vecinos o conciudadanos van a apreciarla o respetarla.

Si te apetece saber más, a mí me gusta escuchar y leer a Brené Brown.

Sobre la compasión

La compasión es la habilidad de acoger tanto la vulnerabilidad ajena como la propia, sobre todo los aspectos más alejados de nuestra ética y moral.

Es ver la ocuridad y acogerla.

Es conectar con la humanidad que nos hace ser malas personas, indefensos, cobardes, agresivos, codiciosos…

Es conectar, y demostrar que puedes ver a una persona vulnerable, no solo sus emociones y sus acciones .

Compasión es un abrazo, es sostener la mirada, es ayuda, es refugio.

Si te apetece saber más, a mí me gusta escuchar y leer a Kristin Neff.

La compabilidad

Me acabo de inventar la palabra y no espero que prospere, pero creo que este mix de compasión más vulnerabilidad queda cuqui…

La compabilidad son las dos caras de la misma moneda. Van unidas, ¿verdad?

Son nuestras aliadas para poder afrontar cómo nos sentimos y cómo se sienten los demás.

También para ayudarnos a descifrar por qué llegamos a hacer aquello por lo que sentimos culpa y/o vergüenza y por qué hicieron tres cuartos de lo mismo nuestros vivos y nuestros muertos.

Conviene practicar la «compabilidad» para poder expresarla más a menudo, más genuinamente y de forma fluida y así querernos más y mejor y hacer eso mismo con los demás.

A querernos más y mejor o al menos a no odiar más y más intensamente.

Jamás pondría como obligación a nadie de hacer las paces con nadie, ni con uno mismo, pero creo firmemente en tener esa puerta abierta, porque es un horizonte prometedor.

Expresar la vulnerabilidad y la compasión en la familia

Hay familias que animan a expresarse a sus miembros con ternura y a ser amables, que no serviciales, con los demás. Han sido una excepción y ahora son una aspiración.

Otras que no, que educan para ser fuerte, llevar una armadura protectora y ser implacable con los otros.

A estas familias les asusta la fragilidad porque han necesitado ser muy fuertes para sobrevivir o muy impositivos para acceder o mantener el poder.

Y algunas oscilan entre una cosa y otra, depende del miembro de la familia, depende del tema que se toque y eso de forma contradictoria.

Si formas parte de las primeras lo tendrás fácil, si formas parte de las terceras también tendrás muchas oportunidades y si eres de las segundas… Puede que te sea bastante complicado poner en práctica la «compabilidad» con tu familia.

Si topas con indiferencia, rechazo, hostilidad y/o violencia me gustaría decirte que resistas el impulso de resguardarte detrás de una coraza aun más grande. Aléjate si lo necesitas y muéstrate tal y como eres en otros espacios, con otras personas.

No te puedo garantizar resolver los asuntos del pasado con vulnerabilidad y compasión, pero sé que tenerlas como guía ayuda, ellas dan paz…

Sé que hablar y actuar con el corazón ha posibilitado restaurar a muchas personas sus vínculos y encontrar soluciones a conflictos difíciles. Te animo a ello.

¿Cuál es tu relación con la vulnerabilidad?
¿Y con la compasión?
¿Y qué te parece lo de «compabilidad»?

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