Una de mis clases en línea se llama Éxito, dinero y transgeneracional., en ella abordo el tema de la relación que existe entre nuestra finanzas y vida laboral con nuestra historia familiar.
Para introducir este tema tan importante he querido invitar a Nieves Villena, economista, coach, educadora financiera y formadora a que nos dé su visión de las creencias sobre la prosperidad y el dinero que todos tenemos en mayor o menor medida.
Nieves lleva mucho tiempo acompañando y facilitando herramientas a emprendedores para poner en orden sus números desde la gestión de sus emociones, así que sabe de lo que habla…
Me gustaría compartir contigo cómo influyen nuestras creencias en la relación que tenemos con nuestro dinero. Para ello, veremos algunos ejemplos que he vivido en sesiones con mis clientes y te facilitaré una herramienta que te puede ayudar a observarlas.
Seguro que ya has leído algo sobre qué son las creencias, cómo las adquirimos y qué determinan en nuestro día a día. Aún así, te cuento cómo se forman nuestras creencias financieras.
Nuestras creencias dependen de las experiencias que hemos vivido en nuestra vida y de las enseñanzas que hemos recibido de una manera inconsciente. Las vamos incorporando por lo que escuchamos y vemos de nuestros padres, nuestra familia y las personas que están cerca de nosotros, sobre todo, cuando somos pequeños.
Cuando hemos aprendido y hecho nuestras estas creencias, se convierten en patrones de conducta y por eso, actuamos de una forma o de otra.
Centrándonos en las creencias relacionadas con el dinero, nos encontramos con dos tipos:
- Creencias facilitadoras: Vemos el dinero como un medio, una herramienta, energía, que nos permite cumplir nuestros objetivos.
- Creencias obstáculo: Vemos el dinero como algo que nos trae más problemas que soluciones, nos genera ansiedad o preocupación.
Hecha esta pequeña introducción, sería interesante que te pudieses cuestionar de dónde vienen tus creencias, cuánto tiempo llevan ahí y cómo se están manifestando en tu vida y que además, puedas empezar a transformarlas si así lo decides.
Llevo dedicándome a acompañar a personas a sanar su relación con el dinero unos cinco años y me gustaría comentarte algunos ejemplos de cómo sus creencias estaban influyendo en su economía.
Te recomiendo que leas estas palabras sintiendo si hay algo en alguna de ellas que resuena dentro de ti, para que así, puedas analizarla y tomar consciencia de si existe en ti o no, ya que el primer paso para poder transformar una creencia es ser consciente de que está ahí.
Aquí te dejo algunos ejemplos:
Cristina es una chica estupenda, con un potencial y un talento enorme para poder desarrollar su profesión como autónoma, aporta un gran valor a la sociedad con lo que hace, pero a pesar de eso, está agotada, se pasa trabajando todos los días y a veces hasta horas intempestivas y, a pesar de este esfuerzo, no consigue rentabilizar lo que hace.
Trabajando con ella, descubrimos que la creencia de “GANAR DINERO ES MUY COMPLICADO, HAY QUE SACRIFICARSE” estaba muy dentro de ella. Su abuelo y sus padres, siempre lo decían y ella, lo había convertido en un patrón de conducta.
Desbloquear y transformar esta creencia y saber que el DINERO ES LA CONSECUENCIA DEL TRABAJO BIEN HECHO, la ayudó a poner el foco en lo importante.
Cuando Sergio tenía 7 años, sus padres, que eran empresarios, se arruinaron y después volvieron a construir otro tipo de negocio, que les fue muy bien.
Él pensaba que lo que había quedado dentro de él de esa situación solo era la fuerza y las ganas de sacar las cosas adelante, que sí, que fueron grandes aprendizajes, pero no era consciente del “MIEDO A PERDER LO QUE GENERABA” que tenía.
Es un chico con mucha pasión por lo que hace y además con las capacidades y herramientas para llevarlo a cabo, pero al ser emprendedor, se requiere ser flexible y adaptable y su miedo a perder le impedía tomar decisiones correctas para su negocio y bloqueaba cualquier posibilidad de crecimiento.
Cuando descubrió qué le estaba bloqueando, pudo responsabilizarse de su negocio y en su crecimiento.
Adela, emprendedora y “ayudadora” (es como ella se define y me encanta) por vocación, observó en ella que no era capaz de ahorrar y de generar unos beneficios con lo que hacía, al final, siempre se lo gastaba o le surgía algún imprevisto para que su dinero se esfumara.
Trabajando con ella, fue consciente que en su casa, siempre había escuchado hablar mal de los ricos (esta palabra es muy interesante, tiene muchas acepciones que estaría bien analizar) y llegamos a la conclusión de que ella pensaba que “MEJOR SER POBRE, PERO HONRADA Y BUENA PERSONA”, por lo tanto, para ella ser buena persona estaba ligado al dinero que tenía, si tenía más de lo que ella consideraba, de forma inconsciente, ya no era buena persona.
Comprobamos juntas que “EL DINERO POTENCIA LO QUE HAY DENTRO DE TI”, si eres generoso, con más dinero, compartirás más. “El dinero no te transforma, el que cambia eres tú y eso es tu responsabilidad, no la del dinero”.
Espero que te hayan servido estos ejemplos para tu propio crecimiento personal. Como ves, hay muestras en nuestra economía que nos ayudan a desgranar que está pasando en nuestro interior. Tomar consciencia, aceptarlo y transformarlo es importante.
Te dejo aquí una herramienta para seguir indagando en el tema: Como los miedos nos enseñan muchas cosas sobre nosotros mismos, vamos a partir de ellos para seguir observando nuestra relación con el dinero, si te apetece, respóndete estas preguntas:
¿Cuáles son tus principales miedos en relación con tu economía?
¿Qué creencias piensas que generan esos miedos?
¿Qué acciones puedes llevar a cabo para transformar esas creencias?
Gracias por leerme y quedo a tu disposición para cualquier comentario, duda o sugerencia. Puedes ponerte en contacto conmigo en nievesvillena.com
Fotografía: pexels.com
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