Islandia es un país pequeño, una isla, que a lo largo de los siglos ha estado aislada del resto del mundo por las duras condiciones climatológicas y por lo tanto ha conservado una genética singular desde sus comienzos hace casi 1000 años (en el siglo IX empezaron a producirse los primeros asentamientos permanentes).
Los encuentros sexuales de los islandeses con personas de fuera del territorio han sido excepcionales, la endogamia ha sido la norma de las parejas islandesas, así que durante siglos han habido muchas parejas de primos con primos hermanos, segundos, terceros o cuartos.
Se podría decir que los islandeses, ahora mismo unos 331.000 habitantes, son una gran familia y por eso muchos investigadores se dieron cuenta de las posibilidades que tendría analizar este fenómeno, ya que por suerte se ha conservado mucha documentación civil y religiosa sobre su población y se podía hacer una gran base de datos genealógicos que acabó convertida en una app (ahora es una web que podemos traducir por El libro de los islandeses: Íslendingabók, gracias a ella los islandeses pueden saber qué relación de parentesco tienen con casi cualquier otro islandés y saber más acerca de su genealogía. Sí, ellos tienen facilísimo hacer su árbol genealógico, no tienen que pasarse horas y horas buscando entre certficado, padrones y expedientes, ya lo tienen hecho.
Los investigadores quisieron ir más allá y propusieron que se tomaran muestras de ADN de la población para cruzar los datos genealógicos con los genéticos al que se añadirían también los historiales clínicos. Esta propuesta fue votada en referendum y ganó el sí, finalmente la empresa DeCode que años después se convertiría en subsidiaria de la farmacéutica biotecnológica norteamericana Amgen secuenció el ADN de casi la mitad de la población con la finalidad de obtener más conocimiento sobre enfermedades y diseñar tratamientos más eficaces contra ellas.
Este asunto ha sido percibido por muchas personas, sobre todo, científicos con admiración. Yo creo que este cruce de datos genéticos y genealógicos está conduciendo a conocer mejor enfermedades como el alzheimer y el cáncer pero también me pregunto si dejar en manos de una empresa privada toda esta información tan sensible ha sido una buena idea. Me preocupa pero parece que ese es el camino que está utilizándose para profundizar en el conocimiento sobre nuestra salud (una biotecnológica compró los datos genéticos de 13.000 sardos en busca de la longevidad).
Me imagino que tarde o temprano todos nos haremos un test de ADN para conocer los riesgos de padecer enfermedades graves y obtener medicamentos más eficaces contra ellas, pero me quedaría más tranquila si esa información no quedara en manos de una gran empresa y si tiene que ser así, que los ciudadanos y sus gobiernos se aseguren por todos los medios la privacidad y confidencialidad de los datos y ya puestos, que estos no puedan ser usados en nuestra contra.
Si quieres saber más sobre genealogía genética te recomiendo esta clase en línea:
Eso es un modo de poner la cultura al alcance de la población. Aquí en España en ese aspecto todavía hay mucho que mejorar. Falta sensibilidad general, tanto de las instituciones como de la población en general
Hola Marco Alfredo,
Hay muchas formas de poner la cultura al alcance de los ciudadanos, en España no se puede aspirar a formar esa base de datos puesto que no tenemos documentos de todas las zonas y menos hasta el año 1000.
Es más realista trabajar para digitalizar, indexar y poner estos proyectos en la red a disposición de todo el mundo.
Saludos