“Porque la Nobleza es en realidad una gran institución necesaria, en una Monarquía como la nuestra, en un pueblo viejo y de larga tradición y abolengo como el nuestro, y de todo punto compatible con las más progresivas democracias, que, recelosas y enemigas de todo lo que es hereditario, empiezan ya lentamente, a la vista de todos está, a reconciliarse con ello. Alguien dijo—me figuro que fue Taine—que una nación sin jerarquías es sencillamente una casa sin escaleras; creyendo yo que es obra meritoria y hasta patriótica el que todos contribuyamos en lo posible a que la noble casa que habitamos, y que todos queremos como se quiere al común solar, mucho más cuanto más viejo, conserve sus escaleras naturales, las que le formaran en su obra constante el tiempo, los servicios, los trabajos y los prestigios de tantos siglos, y no se vengan abajo ruinosas y deshechas por la desidia criminal de sus indiferentes moradores”.
Francisco Fernández de Bethencourt Discurso de ingreso en la Real Academia Española
Este año los genealogistas y aficionados a la genealogía celebramos el centenario de la muerte de Don Francisco Fernández de Bethencourt (Lanzarote, 1810 – Alicante, 1916), genealogista canario que se convirtió en un referente con sus estudios y libros que giran en torno a la nobiliaria en esta disciplina tan marcada por las medias verdades y los fraudes.
Si me sigues desde hace tiempo sabrás que hago mucho hincapié en separar la nobiliaria de la genealogía, porque la primera disciplina implica siempre la primera, pero la segunda no pasa necesariamente por la otra. La genealogía se ha asociado durante años a la búsqueda y certificación de los orígenes nobles y eso cien años después de la muerte de Fernández de Bethencourt tenemos que admitir que está pasado de moda, aunque se me enfaden algunos.
Reconozco las importantes aportaciones de este periodista, historiador, político y genealogista para hacer que la genealogía se convirtiese en su época en algo serio con la publicación de los siete tomos de Nobiliario y blasón de Canarias. Diccionario histórico biográfico, genealógico y heráldico de la provincia (1878-1886), los cuatro tomos de Anuario de la Nobleza de España (1908-1917) y los diez tomos de Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española, Casa Real y Grandes de España ((1897-1920, obra inconclusa).
Ahora bien, me pregunto quién tendrá la paciencia, académicos a parte, de leérselos todos…
¿Has leído alguna de sus obras?
¿Cuántos genealogistas históricos conoces?
Imagen: 2016 Año genealógico. Francisco Fernández de Bethencourt (1850-1916)
Deja una respuesta