Desconozco qué autor que acuñó el concepto de fiestamanía. Algunos comentan que aparece en el libro ¡Ay mis ancestros! de Anne Ancelin Shützenberger pero no es cierto (cuando sepa a quien atribuírselo lo dejaré escrito en este post).
Es una pena que en transgeneracional no se hable a fondo de la fiestamanía porque muchas personas pasan por eso sin poder ponerle nombre y por lo tanto no entender lo que experimentaron inmediatamente después de perder a una persona querida.
Antes de nada, quiero comentar que el término fiestamanía no me gusta, tiene un punto despectivo, lo utilizaré porque no conozco otra forma de hablar sobre este tema, pero estaría bien que los que nos dedicamos al transgeneracional creásemos otra palabra para describir por qué algunas personas experimentan después de una muerte de un ser querido unas irremediables ganas de tener relaciones sexuales.
Ponte en situación, se acaba de morir tu padre, tu hija o tu marido, estás en estado de shock o quizás hayas pasado a la etapa de negación o sientas una pena inmensa. Llega el momento del velatorio o del funeral donde tienes que mantenerte fuerte ante otros familiares y amigos, cuando llegas a tu casa te derrumbas, lloras y en un momento inesperado deseas vivamente tener sexo con tu pareja o con un amigo que te acompaña.
Después del sexo es probable que te sientas culpable, porque deberías estar en duelo, no gozando, piensas que el sexo ofende la memoria del muerto. Y tal vez no solo te pase una vez, quieras sexo en más ocasiones durante las primeras semanas o meses después de esa muerte. Cuanto más hecho polvo estés, más ganas tendrás de echar uno.
En la película Monster’s Ball dirigida por Marc Forster hay una escena de fiestamanía en que la protagonista, Halle Berry, se desmorona al recordar la muerte de su hijo y acto seguido tiene sexo con su acompañante, Billy Bob Thornton. Él también ha perdido recientemente a su hijo y accede a complacerla cuando ella exclama “Hazme sentir bien”. Es una escena de las que impactan.
¿Por qué se unen la tristeza y el sexo?
A la persona doliente le ha empujado a tener sexo la biología, su cuerpo reclama vida después de la muerte. Nuestro inconsciente entiende que si falta alguien hay que buscarle un sustituto, de ahí la explicación de tantos hijos de reemplazo, hijos que sustituyen simbólicamente a hermanos muertos (entre la defunción del referente y el nacimiento del nuevo miembro de la familia no pasa más de un año).
Si después de una muerte importante para ti has pasado por ello, no deberías sentirte mal, tus instintos te estaban controlando, al fin y al cabo transformar la muerte en vida es un bonito homenaje al que ya no está.
¿Has pasado por esta etapa del duelo?
¿Cómo lo viviste?
Fotograma de la película Monster’s Ball: genius.com
Me pasó cuando perdí a mi suegra, mi pareja sentia repentinas ganas de tener sexo, esto lo contrariaba un poco, yo pensaba que era algo biologico, que el cuerpo busca la manera natural de crear satisfaccion y combatir la depresion, esto lo reafirmo ahora que he perdido a mi abuelo, he sentido esas ganas inexplicables, cuando yo soy mas bien de temperamento frio, y la verdad es que lo atribuí a la perdida, como una especie de teoría, pero ahora que leo esto lo puedo confirmar, gracias por escribir acerca de esto
Gracias Sandra por compartir tu experiencia. No es fácil hablar con otros sobre sexo y menos si va unido a un duelo.
Un abrazo!
Hola!
A mi me paso cuando murió mi abuelo, pero no era un hombre con el que me sintiera afin o lo quisiera mucho… me dio pena por mi padre (puesto que era su padre)
es cierto que en el velatorio me sentía un poco rara por estar con el subidon y con todo el mundo de luto…
Que crees que puede ser?
Yo no le encuentro relación, de la persona de la que te hablo, mi abuelo, me paso eso el día que murió, lo que te puedo decir es que soy heredera universal de mi abuela, su mujer, pero falleció muy joven de cáncer de mama.
Hola Inda,
En el entierro de tu abuelo conectaste con el impulso de sentirte viva a través del sexo, no es algo inusual, así que no tiene porque obedecer a algo referente a tu abuela paterna, pero si me dices que eres “heredera universal” de ella (supongo que es porque compartís fecha de cumpleaños) quizás sí. ¿Cómo era la relación que tenía ellos?
Un abrazo