Te voy a decir cinco cosas obvias sobre las búsquedas y los hallazgos:
- El verbo Buscar no es sinónimo de Encontrar.
- Para encontrar algo suele ser necesario buscarlo.
- A veces buscamos algo pero no llegamos a encontrarlo.
- A veces buscamos algo y encontramos otra cosa.
- Y en otras ocasiones sí que encontramos algo sin buscarlo
¿Por qué te cuento esto?
Por que algunas personas se piensan que los genealogistas tenemos que garantizar a nuestros clientes que vamos a encontrar cierta información familiar, por ejemplo la partida de nacimiento de su tatarabuelo, las causas de defunción de todos sus bisabuelos, un capítulo matrimonial o llegar hasta la quinta generación sí o sí, cuando prometer algo así es un suicidio profesional.
Incluso me han llegado a preguntar antes de contratar mis servicios si en el caso de no encontrar lo que buscan tendrían entonces que pagarme…
Ejem, ¡claro! Cualquier trabajo realizado hay que retribuirlo.
Si he buscado durante las horas convenidas, es más dada mi experiencia y estudios he buscado en el archivo, registro o base de datos apropiado y además he sido eficiente a pesar de no haber encontrado el rastro de cierta persona o familia, he cumplido mi cometido y eso merece la acordada compensación económica.
Los genealogistas no podemos prometer encontrar nada
Lo único que podemos prometer a nuestros clientes es hacer lo que mejor sabemos hacer: buscar
Mi madre siempre me lo decía cuando era pequeña (y ahora también): El que busca, encuentra.
Eso sí, teniendo en cuenta que no depende de mí, ni de ningún profesional de la genealogía, que los documentos hayan existido, por ejemplo: la cantidad de familias que no daban parte de los nacimientos de sus hijos a finales del siglo XIX, principios del siglo XX al Registro Civil es notable y no todo el mundo firmaba capítulos matrimoniales, y de que en caso de haberse creado estos documentos se sigan conservando.
Tampoco está en nuestras manos partir de cero en una investigación. Los genealogistas no somos adivinos y si el cliente posee muy poca información respecto a su familia todo se complica, por eso hay encargos que equivalen a buscar una aguja en un pajar.
Imagínate… ¿Por dónde empezarías a buscar a José Pérez García nacido en la provincia de Jaén entre los años 1850-1870?
Resumiendo: los genealogistas buscamos y a veces, no encontramos nada.
Es decepcionante tanto para el cliente como para el profesional pero esto pasa, ambos tenemos que contar con ello, no es un imprevisto, es una realidad.
Por otra parte, nunca hay que rendirse a la primera. Hay investigaciones que requieren un extra de paciencia, hay antepasados que no quieren ser encontrados sin hacernos sudar la gota gorda, por ellos tendremos que buscar y rebuscar donde haga falta.
Solo cuando hayamos agotado todas las posibilidades de investigación deberíamos rendirnos.
Así que si tú necesitas que te eche una mano con tu genealogía escríbeme y buscaré la mejor manera de ayudarte.
¿El que busca, encuentra?
¿Hay alguien a quien todavía no hayas encontrado?
Fotografía: Enrique Domínguez
Hola Mireia, yo estoy “atascada” en mi abuelo y bisabuela paternos, todo lo que he intentado no me ha dado resultados y próximamente tendré mi primera experiencia in situ en un archivo, algo que me ilusiona muchísimo.
Es verdad que a veces descanso un poco y paro en la búsqueda, sobre todo al desilusionarme cuando no encuentro nada. Sin embargo, es cierto que otras veces, sin esperarlo, hablo con algún familiar o miro fotos antiguas y ahí encuentro el dato para seguir, ¡qué satisfacción y alegría al recopilar un dato más para mi historia!
¡Gracias por tu labor!
Araceli
Hola Araceli,
Espero que disfrutes mucho de tu primera vez en el archivo y que encuentres documentos que te ayuden a desatascar tu investigación.
La paciencia es la madre de la ciencia y en genealogía se necesita mucha.
¡Suerte!
Saludos
Hola Mireia
Yo siempre encuentro más de lo que venía buscando. La razón es mi manera de buscar y de entender “mi” árbol, que es el de más gente. Siempre que visito un archivo, parroquía o hago una busqueda por la red, recopilo los datos de otras personas con los apellidos que busco o que se encuentran en mi árbol. Nunca sabemos por donde nos van a llevar nuestras ramas y como posiblemente podamos ayudar a alguien que busca pero no dispone del tiempo o posibilidad de visitar ese archivo.
Hola David Fidel,
Esa es una buena actitud en genealogía. Abrir la investigación para poder tener más detalles y para poder tener más información, no todos lo entienden así.
Saludos