“Cuando la gente pregunta “¿Cómo es ser padre?”, yo normalmente me encojo de hombros y le digo que está bien.
Es la respuesta sin sentido, pero así me libro de tener que describir lo que significa de veras para mi.
No soy una persona mejor porque sea padre. No me encuentro súbitamente lleno de sabiduría y satisfacción.
De hecho me planteo más preguntas sin respuesta que nunca.
En todo caso, ser padre me ha hecho más persona.
Soy más feliz de lo que nunca he sido, y nunca he estado tan triste”.Andi Watson, “Estrellitas”
Hace unos días me leí el cómic Estrellitas de Andi Watson, está protagonizado por Simon, ceramista y padre de una niña de dos años quien trabaja a media jornada para poder atender a su hija lo cual le hace sentirse frustrado porque no puede disfrutar en su trabajo y a la vez culpable por creer que es un egoísta.
Esos sentimientos confusos me son muy familiares. Yo también me cogí en su día una reducción de jornada y casi me cuesta mi puesto de trabajo. Hubieron momentos desesperantes: no me sentía bien en ninguno de mis papeles: ni como madre, ni como profesional, ni amante, ni ama de casa, ni mujer, ni nada. Estaba en todos los sitios y en ninguno a la vez.
Esta vida actual es muy exigente. Mi lío mental sabía que no era exclusivo mío, ni tampoco era cosa de madres trabajadoras (aunque somos las más damnificadas por la poca sensibilidad de la sociedad con la conciliación familiar y laboral). Los varones también sufren, se cuestionan y toman decisiones dolorosas.
Son los nuevos hombres, aquellos que no huyen del trabajo reproductivo, ése que ni está remunerado ni está casi reconocido por los demás (las personas que se quedan en casa cuidando a bebés y ancianos a veces tienen que justificarse, hay quien dice que eso no es trabajar). Mayoritariamente lo hemos hecho las mujeres pero los tiempos cambian, doy fé. He tenido a mi lado un compañero de viaje comprometido con la crianza, que menos dar la teta ha hecho de todo.
¿Y de dónde han sacado él y otros hombres los referentes para afrontar esta nueva manera de ser padre?
¿A quién copiar si la mayoría de los que hoy son abuelos se pasaban el día fuera de casa? Además, pocos eran los que sabían cocinar o querían ponerse a barrer o cambiar pañales, así que ha habido que reinventarse.
Estas cuestiones son universales, por ejemplo, Corbyn Tyson en el corto documental The Fatherwood project, inicia un viaje para tratar de descubrir lo que significa ser un buen padre. ¿Y adivináis a quién acude el director…?
Por si no lo puedes ver ya te lo digo yo: a su propio padre.
Y creo que eso es lo que podríamos hacer todos aunque, como decía antes, a los nuestros no los viéramos demasiado puestos en los asuntos domésticos.
Hablemos con nuestros padres si todavía viven, hablar, no pedir explicaciones, y así entenderemos mejor las tremendas contradicciones que intentamos gestionar como podemos, ellos también pasaron por esto a su manera.
¿Es difícil ser padre?
¿Cómo fue tu padre?
Fotografía: flickr.com/commons
Qué acertado post. La sociedad laboralista ha tendido una trampa a hombres y a mujeres. Solo le ha dado prestigio social (y de paso beneficios) a aquellas actividades que se hacen por dinero y si se medra en organizaciones empresariales. Yo lo tengo claro. Mi empresa es mi casa. Allí yo y los míos nos llevamos la “plusvalía”. Yo también tengo reducción de jornada. Te ves apartado de promociones, cuando no corre peligro tu puesto de trabajo. Se dice: “Cuesta dinero mantener una familia”. Puede ser que no sea tanto el dinero que se gasta como el que se deja de ganar. Esto tendrá que cambiar, sobre todo porque incluso desde el punto de vista laboral existe una tendencia a creer que se trabaja más y se produce más cuanto más tiempo se esté en un puesto de trabajo. En fin, algunas reflexiones.
Me alegro que te guste el post Armando, pero más me alegra tener entre los seguidores del blog a un hombre que se haya cogido una reducción de jornada, felicidades, sé que no es fácil aguantar la presión.
Suscribo tus reflexiones, sobre todo lo de la trampa y que sepas que como me he quedado con ganas de escribir más voy a seguir reflexionando sobre el tema próximamente pero esta vez me centraré en la maternidad.
Saludos!
Cuando la vida exigía ciertos cánones y nos obligaba a ciertas tareas propias de cada sexo, limitaba nuestros sentimientos y nuestras sensaciones de poder llegar y regalarnos en aquello que realmente queríamos hacer. Quiero decir con esto que nuestros padres, los hombres de la casa, que tenia obligaciones como tales, se les exigía ser duros y en ocasiones insensibles y no demostrar los cariños a los hijos.. Su papel de trabajar y proteger a la familia, eso era todo y la mujer a “sus labores”. Mi padre ha nacido para trabajar y eso es un poco triste, por que lo lógico es “trabajar para vivir y no vivir para trabajar”. Estas obligaciones adjudicadas a los hombres y padres creo que en muchos de ellos causo ciertos “traumas” al no poder mostrar realmente sus sentimientos.
Es reconfortante ver a los nuevos papis con sus hijos y disfrutar de ellos y compartir un tiempo que antes estaba limitado y solo destinado a las madres. Creo que hemos avanzado y mucho en este tema y los niños de hoy pueden sentir como es realmente el cariño de un padre al mismo tiempo que siente el cariño de una madre. Una riqueza regalada en nuestro tiempo, ¿ no os parece ?
Un saludo para todos y en especial a los padres de cualquier época.
Hortensia Soriano Limonge
Hola Hortensia,
He decidido que mañana publico el otro post para seguir reflexionando sobre las exigencias y las obligaciones de la crianza pues seguimos todos, hombres y mujeres, encajonados en mandatos que no podemos cumplir y sufrimos mucho.
Saludos!
Mireia , me parece estupendo tu idea de publicar otro post. Me encanta ver a un hombre en su papel de padre que muestra su ternura con los hijos, es un sentimiento especial, muy especial. Espero tu post mañana y siempre gracias !!!
Saludos, Hortensia