No solo de nacimientos, bautizos, defunciones y entierros se alimenta una genealogía, bueno ni una genealogía ni una vida. Mientras estamos vivos todos hacemos más cosas que nacer y morir, a veces grandes cosas (conseguir trabajo o un ascenso, crear una empresa/proyecto, aprobar un examen, conseguir un título, cumplir un número redondo de años, estar embarazada, llevar X años con tu pareja, etc.)
Mi familia y mis amigos en general apenas celebran nada y no tienen interés en que otros lo hagan. Muchos no son creyentes y si lo son, no son practicantes, así que cada vez quedan menos ocasiones para compartir: ni bodas, ni baby-showers, ni bautizos civiles o religiosos, ni comuniones, solo velatorios impersonales.
¿Por qué hemos perdido la costumbre de reunirnos para expresar nuestros avances vitales?
¿Qué tiene que ver la falta de fe con la ausencia de fiestas familiares?
¿Es que acaso no necesitamos compartir nuestras alegrías seamos religiosos o no?
Yo te animo a dejar la pereza a un lado y celebrar el amor, la vida y la muerte, las uniones de almas e hitos vitales en ceremonias civiles o religiosas, tú eliges el formato.
¿Has participado en alguna ceremonia civil?
¿Qué ceremonia te llama más la atención?
Fotografía: Enrique Domínguez
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