¿Te importa tu imagen personal?
¿Cómo te llevas con tu cuerpo?
¿Tienes clara qué imagen de ti transmites a los demás?
¿Cuál es la que querrías proyectar en realidad?
¿No acabas de encontrar un estilo que te identifique?
No son preguntas baladíes, es importante saber cómo nos mostramos a los demás, algo que tiene que ver con nuestra autoestima que a su vez tiene que ver en muchas ocasiones con nuestra familia.
Por eso, hace unas semanas hice un directo en Instagram con Esther Bernad, experta asesora de imagen personal responsable de Bailando un swing para que hablara de cómo influye nuestra genealogía en nuestra identidad, autoestima, y estilo.
Como el directo no quedó grabado Esther ha resumido su visión sobre este tema tan importante en un artículo que te ayudará a plantearte preguntas y formas de conectarte con tu esencia.
El guión de vida que influencia nuestras vidas
Existe el llamado “guión de vida” que es como el argumento preestablecido de una obra de la que la persona se siente obligada a representar, independientemente de si se identifica o no con su personaje. Cuando representas un guión, lo que haces, es actuar según la definición del personaje escrito por otro.
El guión de vida lo establece el niño durante su infancia, bajo la influencia sobre todo de sus padres y otras figuras parentales (su círculo de adultos). Dicho guión se va reforzando por las diferentes experiencias y acontecimientos que el niño va viviendo a medida que crece. En realidad, son decisiones tomadas para adaptarse y sobrevivir en ese entorno, quedando así, instaladas como un programa que te conduce durante la vida hacia unas creencias y decisiones concretas.
La buena noticia, es que este guión no tiene por qué continuar toda la vida de una persona, puede modificarse, pero para ello, uno debe hacer un proceso de toma de conciencia para saber qué elementos condicionan y cuáles son los deseos reales que quiere tener en su vida.
Es en la infancia que se establecen las bases de autoestima, del valor propio y del valor de los demás. Por eso, es importante conocer y tomar conciencia de cuáles son los elementos de ese guión. Aquí hago mención:
- Los mandatos: los mandatos son los mensajes que llegan al niño (principalmente de forma no verbal) a base de ser repetidos día tras día por su círculo de adultos influyente. Son prohibiciones o inhibiciones en el comportamiento del niño. Siempre se refieren a la negación de una actividad y están en relación directa con los deseos, temores o enojos de las figuras parentales.
Pueden ir desde un “no vivas”, hasta un “no seas tú mismo”, pasando por un “no pertenezcas”, “no lo logres”, “no sientas” o “no pienses”. - Las atribuciones: le dicen al niño lo que debe hacer o lo que debe ser, son etiquetas. A diferencia de los mandatos, que son de naturaleza limitante, las atribuciones cargan al niño con aquello que se espera o desea que sea.
Por ejemplo: “eres igual que el abuelo”, “eres… bueno, malo, listo, torpe, sano, frágil, especial, distinto, tremendo, etc.
Todo ello forma nuestra propia identidad (creencias y pensamientos) y nos acompañará en todas las áreas de nuestra vida (la pareja, el sexo, la religión, la propia visión de uno mismo, etc.).
Herencia y mucho más
¿Cuánto de lo que somos es heredado?
Los genetistas explican que cada una de las personas lleva en su información genética dos ‘variantes’ para una misma característica o gen: una heredada del padre y otra de la madre. Una de esas variantes se expresa físicamente y la otra queda oculta en los genes, por lo que, por cada rasgo físico tendrá 4 formas posibles.
Algunos rasgos requieren que los genes hagan un trabajo en conjunto y además hay características que dependen del medio ambiente en el que se desarrolle el bebé (factores ambientales, contacto con el sol, estimulación intelectual, etc.).
Al final la genética está ahí, y la ciencia, es la ciencia. ¡Por el momento, en lo que respecta al factor hereditario, no podemos cambiar, aunque no nos guste!
Venimos de una familia con unas características determinadas y ahí no podemos hacer nada. Igual que hay enfermedades hereditarias, parte de lo que somos, tanto de puertas para dentro como de puertas hacia fuera, proviene de esa memoria celular y del entorno donde hemos crecido. Esto forma parte de nuestra huella transgeneracional. Es nuestra historia.
A pesar de todo, aunque hay aspectos que caminan a nuestro lado, está científicamente demostrado que, durante la vida, con las experiencias e influencias que recibimos por el entorno y la sociedad, podemos influir en dicha huella transgeneracional y cambiar ciertos aspectos para ser mejor, para estar mejor.
Tu imagen corporal
¿Cómo te ves?
La imagen corporal es la representación mental que cada persona tiene sobre su propio aspecto físico. Es cómo la persona se ve a sí misma, pero también está relacionada con los sentimientos y emociones que experimenta la persona con respecto a cómo percibe su físico, cómo se siente con su cuerpo y dentro de él.
Una imagen corporal negativa puede estar relacionada con una baja autoestima (percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nuestra persona, hacia nuestra manera de ser, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter), y, en algunos casos, puede llevar a trastornos alimentarios (la relación con la comida está hablando en realidad de la relación que tienes contigo y con el mundo).
¿Cómo se desarrolla la imagen corporal?
El desarrollo depende sobre todo de uno mismo, pero intervienen factores de influencia como el entorno, la sociedad y medios de comunicación. Con mensajes explícitos o implícitos de familia o entorno sobre el culto al cuerpo o cánones de belleza.
¿Cómo es una imagen corporal positiva?
Aunque la vida es cíclica y todos pasamos por diferentes momentos que nos pueden llevan a estar mejor o peor con nosotros mismos, una imagen corporal positiva es cuando, por lo general:
- Tienes una percepción clara y real de cómo es tu cuerpo. No buscas ser alguien que no eres y aceptas lo que eres hoy.
- Eres capaz de valorar y apreciar tu cuerpo. Valoras el conjunto como persona y todos los aspectos que la forman.
- Te sientes seguro y cómodo dentro de tu propio cuerpo.
¿Cómo es una imagen corporal negativa?
- Tienes una percepción distorsionada de tu cuerpo, lo ves de forma diferente a la realidad.
- Te sientes ansioso y avergonzado de ti mismo y de cómo es tu cuerpo.
- Te sientes incómodo y angustiado dentro de tu cuerpo.
Individualizarnos sin renunciar a todo
¿Cómo lo hago?
No puedes cambiar tu cuerpo, pero sí se puede hacer uso de técnicas físicas que te ayuden a verte bien y mejor. ¡Puedes verte bien siendo tú!
Reflexiona y autoconócete
Hacer preguntas del tipo: ¿realmente visto como quiero?, ¿qué influencias tengo a mi alrededor en mis decisiones diarias?, ¿qué o quién influye?, ¿qué quiero expresar con mi imagen?, ¿qué me gusta que vean de mí?, ¿qué es lo que quiero ocultar a los demás?, ¿por qué?, ¿me siento cómodo con cada elección?, ¿por qué?, ¿qué escogería ponerme hoy si no hubiese límites negativos?
Esto te ayudará a conocerte mejor, tener mayor información del qué y por qué de eso, pero sobre todo a tomar consciencia para hacer cambios en tu vida y liderarla como quieras.
Empieza a mejorar tu imagen
Estos son los 5 imprescindibles para liderar tu propia vida, ¡y liberarte!:
- Mírate bien
No veas tanto el cuerpo en sí, tú eres mucho más que solo un cuerpo, esta parte es la física, procura sentirte bien dentro de él. Acéptalo, abrázalo, cuídalo, respétalo y respétate. ¡Es tu vehículo y te acompañará durante muchos años de tu vida! - Incorpora pequeñas acciones de cambio en tu rutina
- Piensa en positivo
Valora todo tu SER. Cambia esos pensamientos negativos, sácalos fuera de ti, son solo eso, pensamientos o creencias que pueden cambiarse (y aquí no interviene la genética si no tu fuerza de voluntad para cambiar lo que te hace daño). Y, además puede que parte de esos pensamientos no sean tuyos, ¿quieres seguir conservando algo que no es tuyo y además no te hace bien? - Sal de la queja que está instaurada en ti
Puede que sea un diálogo tan asumido que ni te des cuenta, pero eso no te beneficia. Si realmente quieres un cambio, deja de quejarte y pon acción. Solo el movimiento te llevará hasta tu objetivo marcado.
- Piensa en positivo
- Haz una lista de cosas positivas de ti
Puedes hacer una sobre aspectos que te gusten de todo tu cuerpo, ¡céntrate en ellas! -seguro tienes algo que te guste-. Y otra lista, de aspectos que no son físicos y que te encantan. - Rodéate de personas que sumen, te respeten y te hagan sentir bien
El viaje en compañía y con apoyo, te dará poder interno y eso se proyectará en ti hacia el exterior. - Pide ayuda si se te hace cuesta arriba
Un buen profesional te acompañará por ese camino difícil y solitario para que emprendas un nuevo camino de reconocimiento y bienestar.
¡Me ha encantado este post! Me lo voy a releer varias veces porque hay muchas cosas súper interesantes y súper valiosas, ¡gracias!
Hola Raquel,
El artículo de Esther es para leérselo varias veces. Me consta que se preparó a consciencia la entrevista que le hice y aquí está muy bien condensada.
Un abrazo
¡Muchas gracias Mireia! Fue un placer compartir y difundir esta visión de la imagen y que está tan integrada en nuestro día a día ;D
Hola, Raquel
Sí, yo te recomiendo que si puedes y te apetece, lo vuelvas a leer y vayas incorporando poco a poco para que no se quede ahí. ¡La práctica hace al maestro! y de verdad, creo que podemos ir cambiando aspectos importantes en nuestra vida para querernos más, para mirarnos mejor y más bonito.
¡Me alegra que lo hayas encontrado interesante y que veas valor aquí!
Un abrazo