Hacía tiempo que no compartía en el blog un proyecto artístico, a pesar de que sigo a muchos creadores que inspiran mi creatividad genealógica, es lo que tiene estar emparejada con un amante de la fotografía…
Mi curiosidad por el trabajo de Concha Romeu nació cuando una seguidora compartió en mi página de Facebook esta imagen en la que creí reconocer por unos instantes el rostro de una de mis abuelas. No era ella, pero allí me quedé unos cuantos segundos más, haciéndome preguntas sobre estos anónimos, cuyos rostros no podía escrutar con facilidad.
Caras serias, miradas perdidas, vacíos que remueven emociones olvidadas en un rincón de nuestra alma y que a algunas personas pueden inquietar, angustiar o ayudar a hacerse preguntas valiosas.
Lazos de sangre
La obra anterior forma parte de la exposición Lazos de sangre en la que la artista homenajea en sábanas blancas manchadas a personas olvidadas.
A-mnesia
En A-mnesia, Concha Romeu vuelve a mezclar telas, pintura, transferencias e hilo para defender la memoria de mujeres (me recuerda un poco al proyecto {Espacio Änima} del cual hablé hace casi tres años cuya motivación era parecida).
Me parece que es una obra evocadora, con mucha coherencia así que te animo a dejarte llevar por las sensaciones que te produzcan estos fantasmas (parientes, familiares, vecinos, paisanos, etc.) que están pidiendo que les demos el lugar que merecen.
¿Qué te dice esta obra?
¿Te animas a convertir tu genealogía en arte?
Fotografías: Concha Romeu
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