El árbol genealógico nos trae sí o sí nuevos familiares, eso es lo que le pasó Mariano Ganfornina a quien conocí en las II Jornadas de genealogía en Sevilla. Mariano es un investigador tenaz dedicado al estudio del apellido Ganfornina, por eso le pedí que nos contara su experiencia con la “ampliación familiar” y esto es lo que nos explica…
Mi familia por línea paterna, es pequeña, ya que mi padre tuvo solo dos hermanos, de los cuales uno murió sin descendencia. Mis actuales primas (son todas mujeres ) son mi familia Ganfornina, y anda un tanto dispersa: cuatro hermanas, una en El Puerto de Santa María, otra en Jerez, otra en Mijas y otra aquí en Sevilla.
Un día, un primo por parte de madre, o sea un Álvarez, que vive en Jaén, me comentó que tenía una compañera de trabajo que se apellidaba Ganfornina, y que le daría la dirección de mi blog para que se pudiese poner en contacto conmigo.
Así fue, y cuando empezó a darme datos de sus antepasados, resulta que provienen de un hermano de mi bisabuelo, obviamente de Lebrija. O sea, técnicament primos terceros, por provenir todos de una misma pareja de tatarabuelos.
A esta rama de los Ganfornina le sucedía lo que a tantas familias: el tiempo y la dispersión geográfica los había separado bastante, y solo se veian en momentos mas bien tristes, como funerales. Uno de ellos decide un dia dar un paso y pensar: ¡ que caramba ¡ ¿porque no nos vemos una vez al año para compartir momentos buenos y no tan solo los malos ? Así que decidieron hacer un Encuentro de la Familia Ganfornina. El sitio geográfico mas equidistante para todos es el Parque Naturas de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en Jaén, ya que ellos viven actualmente, entre Madrid, Cuenca, Málaga, Benidorm, y el propio Jaén.
El organizador de todo este evento, me invitó en el año 2011 a que asistiera a su reunión, que suelen hacerla en un fin de semana, o a ser posible un puente, por aquello de que sean más dias, y además de conocerlos, les contara lo que tenía averiguado sobre la historia y el origen del apellido.
Así que allí que me ví cargado con mi maleta de investigación y los árboles listos para presentarlos a todos, aprovechando que el local donde se reunen, la Venta Ticiano, dispone de muy buenas instalaciones para este tipo de reuniones.
Para mí fue una experiencia muy interesante. En ese fin de semana oí un montón de historias sobre la familia, contada de primera mano por los mayores de la misma, lo cual me permitió, aparte de completar más datos sobre la investigación, pero sobre todo el conocer a unas personas mágníficas y encantadoras.
Entre esta rama de los Ganfornina, tenemos muchos con talento artístico: pintores, poetas, músicos, etc. lo cual hace que los encuentros anuales estén salpicados de un ambiente especial. También son muy amantes de la Naturaleza, por lo que todos los años organizan rutas de senderismo, adaptadas a las circunstancias físicas de cada uno, por los maravillosos lugares de este Parque Natural.
El resto de años desde el 2011 ya voy, no tanto por la investigación, que también, sino por estar con ellos. Es como si me hubiese brotado una rama nueva de la familia que estaba por ahí escondida y que uno descubre poco a poco.
Gracias Mariano por compartir tus reflexiones, estoy segura de que muchos de vosotros ya tenéis ganas de organizar una fiesta o un evento parecido.
¡Pues no lo dejes para el año que viene!
¿Participas en eventos parecidos?
¿Te animas a hacer una buena fiesta familiar?
Fotografía: Mariano Ganfornina
Pues en Venezuela, hace unos 10 años, organizamos un encuentro de los Plessmann gracias a un canadiense que se ha dado a la tardea de crear un gran árbol genealógico mundial. Y nos reunimos desconocidos de diferentes partes del país en una gran jornada de todo un día en una finca de una de las Plessmann de Caracas. Lo pasamos riquísimo. En nuestro caso no nos conocíamos muchos, pero todos teneníamos una relación clara, porque creo que fue mi tatarabuelo el primero en emigrar al país. No sé si éramos 4 grupos familiares principales, de cuatrolocalidades diferentes o algo así. Poco antes había organizado otro mucho más multitudinario e internacional en Alemania, en un castillo que algo tenía que ver con el apellido, pero yo no pude asistir, aunque vino gente hasta de Brasil, otro país donde hay un grupo importante.
¡Qué interesante Yve!
En mi caso no llego a algo tan espectacular y bien organizado, cuesta mucho esfuerzo animar a la familia a quedar.
Hace unos año nos reunimos unas 30 personas de la rama materna en un merendero y fue muy, muy divertido y hace unas semanas con la otra rama materna nos reunimos 13 en un bar para cenar tapas y contar anécdotas. ¡Con eso me conformo!
Un abrazo!
Yo llevo un año intentandolo y de momento no hay manera.
Cuesta muchísimo poder reunir al personal.
me alegro que lo hayais conseguido.
Doy fé que cuesta, Mayka! 🙂