Conozco a Natalia Barraza desde hace un tiempo pero sabía bien poco de su faceta artística. El 8 de marzo visité {Espacio Änima en el marco del Festival Poblenou y salí impresionada por la instalación del Colectivo ZooLas del cual forma parte.
Tanto el nombre del colectivo como los orígenes más fundamentales del mismo surgen de Natalia. Todo comenzó por un taller de teatro y movimiento que hizo en Nun Art en 2008. Natalia e Ingrid Esperanza tenían necesidad de compartir procesos creativos. A partir de allí hicieron una convocatoria a otras mujeres artistas provenientes del circo, la danza y el teatro. Esto dio lugar a una serie de encuentros intensivos de creación escénica contemporánea en el espacio de Bolivia Now de Barcelona.
El proyecto Änima (alma en latín) habla del ciclo de la vida y del hilo del destino a través del y los tiempos. En el espectáculo primitivo en solitario trabajó con hilos y sus metáforas para la creación a través de la coreografía de un personaje-ovillo que adquiría su propia vida a partir del movimiento. En particular este montaje hace homenaje a los materiales de costura antiguos con la presencia de los mismos revalorizándolos desde la poética surrealista que los ordena de una forma distinta a la habitual y a partir de lo cual es posible interpretarlos con otro contenido, más emocional y sensorial.
La costura, una tarea propia y cotidiana de mujeres que cada generación ha traspasado a la siguiente. En los objetos reconocí a sus antepasadas y más tarde le pregunté por ellas. Su tatarabuela y bisabuela provienen de una tribu indígena del norte de Argentina (los Wichis o Matacos según algunos). La tatarabuela debía haber sido de aquellas mujeres que se reunía en grupo con los telares para hacer sus vestidos, sus bolsos para la recolección y mantas para el abrigo.
Su bisabuela era conocida por bordar y coser cantando. Su abuela Lola también fue tejedora empedernida haciendo uniformes y jerséis para las escuelas cercanas, así como para toda la larga lista de nietos y bisnietos. Ella le enseñó a coser, tejer, bordar.
Su madre al separarse de su padre, titiritero, estuvo una larga temporada cosiendo telones de teatro para mantenerlas. Su hermana y ella crecieron entre telas, hilos y agujas. Natalia siempre ha viajado con máquinas de coser antiguas y a lo largo de sus mudanzas las ha llevado consigo.
Espero que pronto encuentre otro escenario para que otras personas se transporten a este pasado particular. No solo haciendo árboles se hace genealogía.
¿Tus familiares también cosían?
¿Conoces otros artistas que se inspiren en sus antepasados?
Fotografías: Enrique Domínguez
que excelente resumen! Gracias por compartir tan poéticamente el trabajo de estas mujeres